Autoridades reconocen colapso de generadores en hospitales de Santiago de Cuba
Funcionarios señalaron que los hospitales y policlínicos llevan semanas dependiendo de generadores diseñados para uso temporal
La crisis energética en Cuba ha alcanzado niveles críticos en Santiago de Cuba, donde varias plantas eléctricas de emergencia en centros médicos han dejado de funcionar. El colapso de estos sistemas compromete seriamente la atención sanitaria, en medio de una ola de apagones diarios que afecta a millones de personas.
Un funcionario provincial explicó que los hospitales y policlínicos llevan semanas dependiendo de generadores diseñados para uso temporal. Sin embargo, el uso continuo ha provocado fallos masivos.
“No pueden operar 24 horas ni cubrir todo el consumo eléctrico”, señaló.
Infraestructuras críticas también están en riesgo
La situación no se limita al sector de la salud. Las fallas energéticas también han afectado a sistemas de comunicaciones y panaderías estatales, dificultando aún más la vida cotidiana.
El panorama se asemeja a una emergencia nacional, con voces locales alertando sobre la posibilidad de un estallido social en una de las provincias más calurosas del país.
Según el último informe oficial, la afectación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) alcanzó los 2.010 MW el martes.
La situación se agravó con las averías en las unidades 6 de la CTE Mariel y las unidades 3 y 6 de la CTE Renté, además de otras instalaciones fuera de servicio por mantenimiento o falta de combustible.
La población no cree en las promesas oficiales
Para el miércoles 6 de agosto, el pronóstico fue aún más negativo. Con una disponibilidad energética de solo 1.680 MW frente a una demanda de 3.050 MW, el déficit estimado ascendió a 1.788 MW durante el horario pico.
Mientras tanto, la indignación ciudadana crece. “Esto es una tortura”, expresó Guille CF, residente de Santiago de Cuba. “Nunca tenemos electricidad, y cuando llega, no alcanza. Los niños y ancianos sufren más que nadie”, añadió.
Expertos urgen soluciones estructurales
En otras localidades como Tunas y Puerto Padre, los apagones superan las 12 horas diarias. La desesperación se extiende, y aunque el régimen ha implementado generadores móviles y parques solares, los cortes no cesan.
“Nos prometieron que todo mejoraría, pero seguimos igual. El pueblo no aguanta más”, declaró Niurka Pérez, vecina afectada.
Especialistas advierten que la recuperación requiere una inversión inmediata en infraestructura energética, particularmente en plantas termoeléctricas y fuentes renovables. Sin embargo, el historial del régimen sugiere que las autoridades tienen otras prioridades, principalmente en el sector turístico.
