Averías y falta de combustible dejan a Cuba con apagones por 1.700 MW
El déficit energético empeora cada día mientras el régimen decide no invertir en resolverlo, dejando a miles sin calidad de vida
Cuba enfrentará la noche de este martes 25 de noviembre un déficit eléctrico superior a los 1.700 MW, una cifra que confirma la gravedad de la crisis energética que atraviesa el país y que afectará a miles de hogares en el horario de mayor consumo.
La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó que, aun cuando se espera la entrada de la unidad 3 de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Maceo con 45 MW, la disponibilidad estimada para el pico será apenas de 1.435 MW frente a una demanda máxima de 3.100 MW.
De mantenerse estas condiciones, la afectación pronosticada alcanzará 1.735 MW durante la noche, en un mes que ha enfrentado déficits por encima de los 1.700 MW y hasta casi 2.000 MW en varias ocasiones, incluso cuando parte del país permanecía desconectado.
El panorama ya era crítico desde la jornada anterior, cuando el servicio eléctrico estuvo afectado durante las 24 horas. A las 18:00 se registró la mayor afectación por déficit de capacidad, con 1.523 MW fuera del sistema.
Además, continuaron los daños asociados al huracán Melissa en el oriente del país: 111 MW se mantuvieron afectados en Holguín, Granma y Santiago de Cuba por los estragos del fenómeno meteorológico, mientras que otros 50 MW en Granma quedaron comprometidos debido a altas transferencias y bajo voltaje en esa zona.
Afectaciones por averías y la eterna falta de combustible
Según el parte de la UNE correspondiente al 25 de noviembre de 2025, la disponibilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) a las 06:00 era de solo 1.390 MW, frente a una demanda de 2.270 MW. Como resultado, 904 MW quedaron afectados por déficit de capacidad.
Aunque los 31 nuevos parques solares fotovoltaicos aportaron 2.020 MWh y alcanzaron un máximo de 425 MW durante el mediodía, su contribución no ha sido suficiente para compensar las constantes averías y la falta de combustible que afectan al sistema térmico y a la generación distribuida.
Las principales incidencias reportadas incluyen la avería de las unidades 3, 5 y 6 de la CTE Antonio Maceo, así como de la unidad 2 de Felton y la unidad 3 de Santa Cruz.
En paralelo, continúan en mantenimiento la unidad 2 de la CTE Santa Cruz y la unidad 4 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos. A ello se suman 472 MW de limitaciones en la generación térmica.
La falta de combustible sigue siendo uno de los factores más determinantes en el deterioro del sistema. La UNE reportó 84 centrales de generación distribuida fuera de servicio, con un total de 688 MW comprometidos por esta causa, además de la central de motores Fuel del Mariel, que aporta otros 96 MW indisponibles.
También se encuentran fuera 107 MW por carencia de lubricante. En conjunto, 891 MW están actualmente afectados por problemas relacionados con combustibles.
Un problema sin solución a la vista
La situación descrita es parte de un escenario que lleva meses afectando a la población cubana, que enfrenta apagones diarios, prolongados y de alto impacto en su vida cotidiana.
Los cortes eléctricos han generado pérdidas económicas, interrupciones en los servicios básicos y dificultades para la conservación de alimentos, especialmente en provincias que ya arrastran años de deterioro en su infraestructura.
Los constantes apagones son consecuencia directa de un sistema eléctrico obsoleto, con termoeléctricas que superan los 30 o 40 años de explotación y que no han recibido inversiones significativas.
Aunque el Gobierno ha anunciado proyectos energéticos en diversas ocasiones, la falta de recursos, la carencia de combustible y la dependencia de equipos desgastados mantienen al país en una situación de permanente vulnerabilidad.
Mientras la UNE continúa publicando partes diarios que evidencian la magnitud del déficit, la población no ve mejoras sustanciales.
El país sigue dependiendo de plantas deterioradas y de fuentes alternativas insuficientes, un escenario que profundiza la percepción de que el Gobierno carece de un plan efectivo para superar una crisis que ya forma parte de la vida diaria de los cubanos.



