Sin duda, la cuarentena por la pandemia mundial de COVID-19, tomo por sorpresa al mundo, obligándolo a dar una pausa, y la cantante cubana Camila Cabello no escapó de ello.
A más de un año de haberse declarado la emergencia sanitaria, la intérprete de “Señorita”, decidió compartir en sus redes sociales una reflexión sobre su aprendizaje durante el tiempo de “encierro”.
“Una de las cosas más importantes que aprendí durante la pandemia fue la importancia de DESCANSO”, así inició el texto.
Luego continuó: “Antes, literalmente, no tenía más remedio que detenerme y quedarme quieta, no sabía qué era el equilibrio entre el trabajo y la vida”.
Cabello confesó que hubo momentos en los que se sintió culpable de no sentirse productiva.
“Me sentí culpable durante los días libres porque sentía que no estaba siendo productiva o que podía estar haciendo más. Al mismo tiempo, justo antes de que nos viéramos obligados a poner en cuarentena, estaba completamente agotada y sentía que ya no podía hacer esta carrera”.
Además agregó que le dio prioridad a su salud mental, lo que le trajo como resultado ser “más creativa”.
“Luego comencé a ver cómo después de descansar durante ese período, cultivar nuevos pasatiempos, priorizar mi salud mental, mis amistades y relaciones, hacer tiempo para hacer ejercicio y también disfrutar de la pereza nuevamente, comencé a sentirme naturalmente inspirada, apasionada y mucho más creativa”.
“Hoy en día nunca me siento culpable por tomarme un tiempo libre porque sé que sin descanso, y tiempo para la alegría, la pereza y el juego, me sentiré agotada, estresada, triste y exhausto y no podré hacer el trabajo. Trabajo que quiero sacar al mundo”.
“En una cultura que usa el cansancio y los negocios como una insignia de honor, recuerde que solo somos animales que debían estar deambulando por el bosque comiendo, haciendo caca; y hacer bebés; y en la forma en que se construye nuestra sociedad, el exceso de trabajo literalmente nos está matando”.
Por último, enfatizó en que como seres humanos el tiempo de descanso en vital.
“La cultura constantemente nos hace sentir que no hacemos lo suficiente y que debemos ser “apresurados” y “molidos”… pero no olvides que el descanso es honorable, necesario y sagrado”.
“Al regresar a la “nueva normalidad”, inculquemos valores en nuestros entornos de trabajo que prioricen al individuo de una manera holística. No somos robots y nuestros cerebros no son computadoras. Por el bien de nuestra salud y felicidad durante nuestro breve tiempo aquí en la tierra, las estructuras sociales del trabajo y cómo se relaciona con la salud mental de un individuo necesitan una mejora. Voy a volver a no hacer nada hoy”, culminó.
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