Chikungunya avanza por Matanzas: el sistema de salud no puede
La situación se complica por la falta de recursos médicos para enfrentar la enfermedad en el territorio
Un brote de chikungunya comenzó en el municipio de Perico en julio y se ha expandido rápidamente a toda la provincia de Matanzas, dejando a su paso fiebre, dolores articulares insoportables y una creciente alarma entre los habitantes.
La situación se complica por la falta de recursos y la incapacidad del sistema de salud para contener la propagación de esta enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, encargado también de propagar el dengue.
Expansión de los casos en Cárdenas y Santa Marta
La situación se ha vuelto tan crítica, que las autoridades castristas están reportando lo que ocurre. Este lunes, TV Yumurí informó que el municipio de Cárdenas se encuentra en un periodo de “alta focalidad” debido al aumento de los casos de fiebre y dolores articulares.
La situación es tan grave que, aunque no se han reportado muertes, los pacientes deben asumir un alto coste en su calidad de vida. Familias enteras se ven forzadas a hacerse cargo de los enfermos debido a la falta de atención en los centros de salud.
De manera similar, el periódico Girón recogió los testimonios de los afectados en su reportaje “Eso que anda”, en el que se describe cómo la enfermedad arrastra a los enfermos a la cama, robándoles las fuerzas y dejando secuelas incluso después de haber superado la fiebre.
La situación en Cárdenas, y en general en toda la provincia, se agrava por el desbordamiento de basureros y la deficiencia de los servicios básicos.
Factores que agravan la crisis sanitaria
Lo ocurrido en Matanzas tiene raíces profundas en las condiciones sanitarias del territorio, agravadas por la acumulación de basura, la falta de saneamiento y los frecuentes apagones.
Estos factores favorecen la proliferación del mosquito Aedes aegypti, que también esparce el dengue y el virus de Oropouche. Este panorama ha puesto en alerta a la población, como lo destacó el medio Girón, que se refirió al mosquito como el principal culpable de la crisis sanitaria en la región.
Por su parte, la activista Amelia Calzadilla se unió a las denuncias a través de las redes sociales, exigiendo que el gobierno cubano declare un estado de emergencia sanitaria en Matanzas.
Calzadilla alertó sobre la falta de información precisa y la escasez de medicamentos, factores que complican aún más la atención de los enfermos.
“Niños, ancianos, trabajadores o estudiantes están encamados con fuertes dolores óseos y musculares, decaimiento y fiebre alta. ¿Qué virus es este? ¿Cómo se evita? ¿Cómo se trata?”, escribió, cuestionando la falta de respuesta estatal ante la crisis.
La falta de respuesta oficial
La situación de emergencia ha llegado al punto de que la activista incluso sugirió la necesidad de solicitar ayuda humanitaria, apelando a la solidaridad internacional ante la inacción del gobierno.
“Es la vida de la gente, dejen de jugar a ser dioses”, enfatizó Calzadilla en sus redes sociales, mientras la población de Matanzas sigue sufriendo los efectos de una crisis sanitaria que parece no tener fin.
