Ciego de Ávila pierda un tercio de su agua a través de tuberías rotas

La ciudad de Ciego de Ávila se encuentra atravesando una crisis del agua que afecta profundamente a su población. Los ciclos de abasto de agua en la zona han aumentado a nueve días, lejos de los compromisos oficiales que prometían reducirlos a entre tres y cuatro días.

Esta situación ha sido producto de una combinación de factores, entre los cuales se incluyen la sequía hidrológica, los fallos en el bombeo y el mal estado de la red hidráulica, el cual es responsable de una pérdida considerable del líquido.

Según Yorgi Luis Gómez Solano, director adjunto de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, alrededor del 30% del agua se pierde debido al deterioro de la red, que fue construida a principios del siglo XX.

Adicionalmente, los sedimentos del agua subterránea también contribuyen a agravar el problema. A pesar de que en junio y julio se eliminaron aproximadamente 300 salideros, los números demuestran que la situación aún está lejos de resolverse.

Miroslava Reyes González, directora general de la empresa, explicó que el suministro de agua depende de tres fuentes principales: San Fernando, Silveira y Vivero Café, las cuales alimentan un tanque con capacidad para 5.400 metros cúbicos.

En un esfuerzo por mejorar la situación, se instalarán siete nuevos equipos de bombeo, de los cuales cuatro ya están operativos y tres más se incorporarán en las próximas semanas. También se planea la reparación del tanque, aunque este proceso podría alterar nuevamente los ciclos de abasto.

El impacto de la crisis energética y la falta de combustible

El panorama se complica aún más debido a la crisis energética que afecta a toda la nación. Varias estaciones de bombeo no cuentan con generadores eléctricos, lo que impide mantener un suministro constante de agua, especialmente en medio de los apagones que azotan al país.

A esta situación se le suma la falta de combustible, lo cual limita la posibilidad de reforzar el servicio con camiones cisterna, una medida que ha sido crucial en otras localidades.

Ciego de Ávila no es la única provincia afectada por la falta de agua. A nivel nacional, varias regiones enfrentan graves dificultades. En Guantánamo, el principal embalse de la región se encuentra casi seco, mientras que en Santiago de Cuba, los embalses clave están por debajo del 20%, lo que ha generado una de las peores crisis de agua en años.

De igual manera, la población de Sancti Spíritus vive pendientes de la llegada de pipas de agua, con ciclos de suministro que van de 10 a 15 días, mientras que en Matanzas, la escasez ha impulsado un mercado negro de camiones cisterna, con precios que ascienden a 9.000 pesos cubanos para cubrir las necesidades básicas de una familia de tres personas.