Cientos de cubanos se reúnen para recibir supuesta ayuda de 1.100 dólares
El MINTUR desmintió la entrega del dinero, pero cientos ya se habían juntado a esperar, mostrando la desesperación de la población
Desde horas muy tempranas de este sábado, cientos de cubanos se reunieron frente a varios hoteles del país con la expectativa de recibir 1.100 dólares por persona, una supuesta ayuda económica que se divulgó tras el paso del huracán Melissa.
La concentración masiva se produjo luego de que circulara en redes sociales el rumor de que trabajadores, identificados con pullovers amarillos, entregarían la suma a todo ciudadano que acudiera a instalaciones turísticas antes de las ocho de la mañana.
La movilización ocurrió tanto en La Habana como en Santiago de Cuba, donde amanecieron grandes grupos de personas esperando la presunta distribución de dinero.
Muchos vecinos llegaron sin llamar la atención, confiando en la publicación que se extendió por Facebook y WhatsApp. La situación se volvió más visible con el paso de las horas, a medida que otros ciudadanos se acercaban para verificar la información.
El origen del rumor fue una publicación del español Ignacio Giménez, conocido por difundir noticias falsas relacionadas con Cuba. En el pasado ya había generado confusión con afirmaciones infundadas, como la supuesta muerte de Raúl Castro.
Esta vez aseguró que la entrega de dinero sería cubierta incluso por la televisión estatal y que personal autorizado estaría presente en los hoteles para garantizar la operación. Su mensaje se replicó rápidamente y generó expectativas en medio de la actual crisis económica.
Ante la llegada constante de personas, las autoridades enviaron patrullas policiales a los alrededores de los hoteles para intentar controlar el movimiento creciente.
Sin embargo, la presencia de agentes no fue suficiente para disuadir a quienes seguían llegando con la esperanza de recibir la ayuda anunciada.
La tensión aumentó hasta que el Ministerio de Turismo (Mintur) intervino con un comunicado urgente para desmentir la información.
En su nota oficial, el Mintur afirmó que no existe ningún programa de distribución de donaciones en hoteles del país y calificó de falsa la noticia que circulaba en redes sociales.
También exhortó a la población a no compartir contenidos no verificados y recordó que el Ministerio no es la entidad responsable de manejar donaciones tras fenómenos meteorológicos.
La institución pidió seguir únicamente las comunicaciones oficiales emitidas por los organismos competentes.
Periodistas independientes, como Yosmany Mayeta Labrada, confirmaron que la movilización en Santiago de Cuba fue resultado directo del bulo.
Según explicó, la propagación de rumores se vuelve más efectiva en un contexto donde la población enfrenta escasez, dificultades económicas y poca claridad informativa.
En su valoración, la gente terminó acudiendo a los hoteles, movida por la necesidad y la esperanza de algún tipo de ayuda real, lo que refleja no solo el nivel de desinformación de la población, sino el nivel de desesperación para creer ciegamente en una ayuda de ese tipo sin fundamento.
La falta de transparencia y la limitada disponibilidad de información oficial alimentan un clima en el que cualquier mensaje que prometa apoyos materiales circula con facilidad.
Para muchos ciudadanos, la posibilidad de recibir 1.100 dólares representaba una oportunidad improbable pero, dadas las circunstancias, creíble.
Tras publicarse el desmentido del Mintur, Ignacio Giménez reaccionó en redes sociales, indicando que sus acciones buscan “campos inexplorados” y que su objetivo es provocar reflexión.
Sus declaraciones generaron nuevas críticas, especialmente porque su publicación inicial provocó desplazamientos innecesarios, tensión en espacios públicos y el uso de recursos policiales para manejar una situación construida sobre información falsa.
El incidente concluyó sin mayores enfrentamientos, pero dejó nuevamente al descubierto la vulnerabilidad informativa del país. La combinación de crisis económica, incertidumbre y rumores crea un ambiente donde miles de personas pueden movilizarse por mensajes no confirmados.
La concentración de cubanos frente a hoteles este sábado es otro ejemplo de cómo un solo bulo puede tener efectos inmediatos en una población agotada por la escasez y la falta de alternativas claras.



