Crisis del agua en Holguín persiste: localidades llevan meses sin el líquido
Las autoridades reconocen que las medidas adoptadas para aliviar la crisis no han logrado los resultados esperados
La crisis del agua potable continúa afectando a la provincia de Holguín, que lleva más de cinco meses sin recibir el suministro adecuado. La situación se agrava cada día más, afectando a miles de residentes de la región.
Según el delegado de recursos hidráulicos, Juan Mario Chavarría, las medidas adoptadas para aliviar la crisis no han logrado los resultados esperados.
La falta de lluvias significativas en la zona ha empeorado la crisis hídrica. Aunque en septiembre se registraron precipitaciones por encima de los 166 mm, especialmente en áreas como Calixto García y Buenaventura, estos eventos no han sido suficientes para recargar los embalses de la provincia.
Los embalses de Moa y Mayarí fueron los que más se beneficiaron, pero las cabeceras provinciales, como la presa de Wira, apenas lograron recuperar 500.000 m³ de agua, una cifra muy por debajo de lo que se necesita para restablecer el servicio.
Infraestructuras en crisis
A pesar de los esfuerzos realizados para reparar las infraestructuras hidráulicas, los problemas técnicos y los frecuentes apagones han obstaculizado los avances. La situación es especialmente crítica en el Hospital Lenin, que aún no recibe agua potable, lo que afecta gravemente a miles de ciudadanos.
Para mantener la presión necesaria en el sistema de distribución de agua, se requieren al menos seis horas de bombeo continuo. Sin embargo, los apagones, que superan las 20 horas diarias, imposibilitan este proceso.
El grupo electrógeno encargado de asegurar el bombeo no ha podido operar de manera continua debido a fallos en el sistema eléctrico. Aunque las autoridades han trabajado para proteger los circuitos y evitar más fallos, aún no se ha encontrado una solución definitiva.
Una crisis energética que agrava la falta de agua
La crisis energética que sufre la región ha empeorado aún más la escasez de agua, especialmente en áreas clave de la ciudad de Holguín.
Las perspectivas de mejora a corto plazo son inciertas, y la situación ha paralizado el sistema norte de la ciudad, que abastece a una de las áreas más pobladas de la provincia.
El descontento de los residentes de Holguín es cada vez más evidente. Muchas familias se han visto obligadas a recurrir a soluciones improvisadas, como comprar pipas de agua a precios elevados, lo que agrava aún más la situación económica de los ciudadanos.



