Cuba celebra 26 de julio en medio de apagones con déficit de 1.700 MW
La incorporación de energía solar, tan presumida por el régimen como una solución, aún resulta insuficiente para cubrir la demanda
En plena celebración de una de las fechas oficialistas más importantes, Cuba vive una de las peores jornadas de apagones del verano, con casi 1.700 MW de déficit eléctrica.
Este sábado 26 de julio, el parte de la estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó que desde temprano en la mañana, las afectaciones se extendieron por todo el país.
A las 7:00 am, la capacidad de generación era de solo 1.930 MW frente a una demanda de 3.160 MW, lo que provocó un déficit inicial de 1.259 MW.
Para el horario pico vespertino, la UNE prevé un aumento del consumo hasta los 3.650 MW, mientras que la generación disponible apenas alcanzaría los 2.090 MW, con una afectación estimada de 1.630 MW.
La empresa estatal explicó que 362 MW de capacidad térmica están limitados por averías, y otros 773 MW están fuera de operación por falta de combustible.
Esto incluye 86 centrales de generación distribuida (733 MW) y cinco motores en la patana de Regla (40 MW).
El viernes también se reportaron afectaciones generalizadas. A las 9:20 pm, el déficit llegó a 1.753 MW, agravado por la no incorporación de la unidad 5 de la termoeléctrica (CTE) Mariel y un consumo superior al previsto.
Durante esa jornada, los 23 parques solares fotovoltaicos generaron 2.685 megavatios-hora (MWh), con un aporte máximo de 458 MW en el momento de mayor radiación. Sin embargo, este esfuerzo no logró compensar la baja disponibilidad de energía térmica.
En La Habana, el servicio eléctrico estuvo interrumpido durante 18 horas. La mayor afectación fue de 56 MW a las 9:20 pm, y el restablecimiento completo ocurrió a las 3:51 am del sábado.
La UNE informó que espera recuperar parcialmente la capacidad del sistema este sábado con el ingreso de la unidad 5 de la CTE Mariel (60 MW) y 100 MW adicionales en motores de generación distribuida.
A pesar de estos ingresos, el panorama energético nacional sigue siendo crítico. El país continúa enfrentando apagones prolongados por la combinación de fallas técnicas, falta de combustible y limitaciones en la infraestructura eléctrica.
La incorporación de energía solar, tan presumida por el régimen diariamente como una solución, aún resulta insuficiente para cubrir la demanda de la población y cubrir sus necesidades básicas.
