Cuba con apagones de más de 1.700 MW de déficit en espera de la Renté
Los cortes eléctricos constantes interrumpen el suministro de agua potable, paralizan hospitales y dificultan la conservación de alimentos
Para este 27 de octubre, Cuba enfrenta otro día de severas afectaciones eléctricas, con un déficit que superó ampliamente la capacidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Según el parte oficial de la Unión Eléctrica (UNE), la disponibilidad de generación fue de apenas 1.510 megawatts (MW) frente a una demanda máxima de 3.245 MW, lo que provocó una afectación estimada de 1.772 MW durante el horario pico nocturno.
La crisis energética se mantuvo a lo largo de las 24 horas, prolongando los apagones que afectan a millones de cubanos en todo el país.
Esto evidencia, una vez más, la profunda ineficiencia del régimen para garantizar el suministro eléctrico, incluso cuando la demanda nacional es menor de lo habitual.
De acuerdo con la UNE, la situación se agrava por averías en unidades clave, como la 3 de la Central Termoeléctrica (CTE) “Antonio Guiteras” en Matanzas y la 4 de la CTE “Carlos Manuel de Céspedes” en Cienfuegos, ambas fuera de servicio por fallos técnicos.
Además, la Unidad 2 de la CTE “Renté”, en Santiago de Cuba, continúa detenida por falta de piezas de repuesto. En total, más de 600 MW permanecen fuera del sistema por averías o mantenimiento, mientras que otros 550 MW se encuentran indisponibles por escasez de combustible y lubricantes.
Las consecuencias de esta crisis energética siguen afectando todos los sectores del país. Los cortes eléctricos constantes interrumpen el suministro de agua potable, paralizan hospitales y dificultan la conservación de alimentos, especialmente en regiones rurales donde no existen plantas de respaldo.
En los barrios urbanos, la falta de alumbrado público durante la noche aumenta la sensación de inseguridad y vulnerabilidad entre los ciudadanos.
Mientras tanto, el gobierno de Miguel Díaz-Canel insiste en que las causas del colapso eléctrico se deben a “circunstancias temporales”, pero las fallas del sistema son cada vez más prolongadas.
Las promesas de modernizar el SEN con energías renovables no han pasado del discurso, y los apagones diarios siguen siendo una constante que demuestra la incapacidad del régimen para garantizar los servicios básicos más esenciales.



