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Díaz-Canel reconoce que Cuba enfrenta un colapso económico sin solución a la vista

“Solo redistribuimos escasez”, declaró el “presidente” cubano en su intervención, reflejando el estado crítico de la economía

El designado presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, admitió este lunes una de las situaciones más preocupantes en la historia reciente de la Isla: los ingresos actuales del país son insuficientes para adquirir las materias primas más básicas necesarias para la producción nacional.

En su intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento, Díaz-Canel calificó la situación como un claro ejemplo de la debilidad estructural de la economía cubana y de la falta de dirección clara para enfrentar la grave crisis.

“Solo redistribuimos escasez”, declaró el “presidente” cubano en su intervención, reflejando el estado crítico de la economía, que se encuentra al borde del colapso.

 

A pesar de un tono tecnocrático y la insistencia en la necesidad de “transformar el enfoque” de la gestión económica, el gobernante reconoció que Cuba carece de las divisas suficientes para sostener siquiera los mercados internos de moneda nacional, mucho menos para contar con un mercado cambiario funcional.

Díaz-Canel explicó que el centro del problema radica en la falta de generación de riqueza, y reiteró que, hasta el momento, la estrategia del gobierno ha sido meramente redistribuir los pocos recursos disponibles, sin generar riqueza ni estabilizar la economía.

“Con frecuencia intentamos solucionar problemas redistribuyendo los escasos recursos existentes”, afirmó.

Propuestas que no cambian la realidad

A pesar de las graves declaraciones, el gobierno cubano sigue apostando por medidas que hasta el momento no han logrado cambiar la situación. En ese sentido, anunció que en el Quinto Período Ordinario de sesiones del Parlamento, que tendrá lugar el 16 de julio, se presentará un programa gubernamental para intentar paliar la crisis.

Esta iniciativa incluirá propuestas de autofinanciamiento para sectores específicos y planes de encadenamientos productivos. Sin embargo, muchos sectores siguen sin ver resultados tangibles de estas promesas. Los cubanos de a pie siguen enfrentando una grave crisis alimentaria, con apagones frecuentes y una inflación que no cesa.

 

Propuestas diplomáticas y la incapacidad del modelo económico

En un intento por aminorar la situación, Díaz-Canel propuso redefinir las importaciones y exportaciones, mejorar la gestión del comercio exterior y explorar oportunidades de colaboración con bloques como los BRICS o la Unión Económica Euroasiática.

Sin embargo, detrás de estos guiños diplomáticos y las intenciones de reforma, lo que queda claro es que el modelo económico actual de Cuba no es capaz de sostenerse.

“Debemos aumentar la producción nacional y lograr que nuestros productos sean competitivos”, aseguró Díaz-Canel, pero la falta de insumos, energía, liquidez y un sistema burocrático ineficaz sigue siendo el principal obstáculo. La pregunta sigue siendo: ¿cómo podrán lograrlo?

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