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Cuba y China fortalecen cooperación militar en medio de la crisis económica

Según la versión oficial, ambos países compartirán más contacto y colaboración, aplicando el consenso alcanzado entre sus gobiernos

El 65º aniversario de las relaciones diplomáticas entre Cuba y China fue el contexto en el que se selló un acuerdo para elevar la cooperación militar entre ambos países.

En una reunión celebrada este martes en Pekín, el ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba, Álvaro López Miera, y su homólogo chino, Dong Jun, discutieron el fortalecimiento de los lazos castrenses y el respaldo mutuo en una serie de frentes, con especial énfasis en la seguridad nacional y los intercambios de personal militar.

La reunión tuvo lugar en el marco del Foro de Xiangshan, un importante foro anual de diplomacia militar, en el cual Cuba reafirmó su apoyo a la política de “una sola China” y se comprometió a continuar su oposición a la independencia de Taiwán.

La voluntad de ambos países de ampliar la coordinación política y los intercambios entre sus fuerzas armadas se destacó como un pilar fundamental para profundizar la amistad y cooperación bilateral.

En palabras de Dong Jun, el gobierno chino presentó la relación con Cuba como “un modelo de solidaridad y cooperación entre países socialistas”.

Ambos países, según la versión oficial, compartirán más contacto y colaboración, aplicando el consenso alcanzado entre los líderes de ambos gobiernos.

Cuba reitera su alineación con Pekín

Álvaro López Miera, quien forma parte de la delegación cubana en el Foro de Xiangshan, no solo reafirmó el apoyo de Cuba a las políticas internacionales impulsadas por el presidente chino, Xi Jinping, sino también destacó la intención de la Isla de “consolidar y fortalecer” los lazos con Pekín.

Este mensaje se enmarca en un deseo de profundizar la cooperación política y militar a largo plazo.

El encuentro coincide con un momento político crucial para Cuba, pues coincide con el 65º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países, una efeméride que ha sido utilizada por las autoridades cubanas para enfatizar la sintonía ideológica con China.

La cooperación con Pekín, afirman los líderes de la isla, es estratégica para el desarrollo económico de Cuba, especialmente en tiempos de aguda crisis interna.

Crisis económica y prioridades en Cuba

Aunque el fortalecimiento de los vínculos militares con China ha sido una constante en la política exterior de Cuba, el contexto interno de la isla plantea interrogantes sobre la viabilidad de estas acciones.

Cuba atraviesa una grave crisis económica, con altos niveles de inflación, apagones frecuentes, escasez de alimentos y un sistema productivo deteriorado. La creciente desconfianza social ha llevado a muchos a cuestionar si la prioridad debe ser la defensa nacional o la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.

En redes sociales, la reacción popular no se ha hecho esperar. Muchos cubanos expresaron su frustración ante lo que consideran un enfoque equivocado de las autoridades, considerando que más armas y cooperación militar no resolverán los problemas inmediatos de la Isla.

“Es lo único que les interesa para seguir reprimiendo”, comentó Maritza López en Twitter, mientras otros lamentaban que “más armas y menos comida” parecieran ser el foco de atención. Otros usuarios, como Yamilka Sánchez, pidieron que se pactaran acuerdos para desarrollar la economía en lugar de continuar con la cooperación militar.

¿Un beneficio tangible para los cubanos?

Aunque el gobierno de Cuba ha prometido que esta mayor cooperación con China traerá beneficios tangibles, especialmente en términos de seguridad y defensa, la población se muestra escéptica sobre si los resultados de este relanzamiento de relaciones militares impactarán de manera directa en sus vidas.

La promesa de intercambios de personal y de mayor coordinación entre las fuerzas armadas cubanas y chinas ha sido recibida con cautela por una ciudadanía que, día a día, enfrenta una dura realidad económica.

En última instancia, el éxito de este acuerdo dependerá de si la cooperación se traduce en mejoras reales en sectores clave como la energía, la alimentación y el transporte, o si quedará limitada a un ámbito estrictamente militar.

La creciente exigencia de transparencia en torno a los compromisos y el financiamiento de esta nueva fase de cooperación refleja el creciente malestar social en Cuba, donde la prioridad del gobierno parece estar cada vez más alejada de los problemas económicos del pueblo.

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