Cubano en EEUU denuncia estafa de 2.000 dólares hecha entre la Isla y Miami

Un cubano residente en los Estados Unidos ha acudido a redes sociales para denunciar que fue víctima de una sofisticada estafa digital que le costó 2.000 dólares, esto tras intentar comprar un triciclo de combustión para su suegro en Cuba.

Según su relato, compartido a través de un video, la operación fraudulenta involucró a presuntos estafadores tanto en Miami como en Cuba, quienes utilizaron técnicas de suplantación de identidad y manipulación de códigos de la aplicación de WhatsApp.

El hombre, que prefirió no dar su nombre, detalló cómo inició la transacción con una mujer en Miami, que se ofreció a venderle el triciclo.

A lo largo de las conversaciones, la mujer mencionó que necesitaba dinero tanto en Cuba como en Estados Unidos, lo que parecía razonable en ese momento. Tras reunir los 2.000 dólares solicitados, el afectado coordinó el pago y creyó que el proceso se estaba llevando a cabo con seriedad.

El fraude comenzó a desvelarse cuando su suegro en Cuba recibió una llamada de los presuntos vendedores del triciclo, quienes le aseguraron que la entrega sería realizada pronto. Mientras tanto, el hombre en Estados Unidos recibió un mensaje de texto de su suegro confirmando que todo estaba en orden y que ya podía proceder con el pago.

La esposa del denunciante también confirmó el proceso a través de un mensaje de WhatsApp, lo que llevó al hombre a realizar la transferencia a través de Zelle.

Poco después de la transferencia, el afectado fue contactado por un primo que le alertó sobre la posible estafa. Cuando intentó comunicarse con su suegro para confirmar la entrega del triciclo, se dio cuenta de que todo había sido parte de un engaño.

La llamada, los mensajes de texto y la información del pago habían sido manipulados mediante la suplantación de identidad de su suegro y su esposa, todo orquestado por los delincuentes.

¿Cómo lo hicieron los estafadores?

El modus operandi de los estafadores consistió en suplantar la identidad de las personas involucradas en la compra, aprovechando la confianza familiar.

En Cuba, los estafadores contactaron al suegro del afectado, quien, sin conocimiento de las prácticas digitales, proporcionó un código solicitado bajo la falsa premisa de ayudar a localizar su ubicación. Este código permitió a los delincuentes acceder a su cuenta de WhatsApp, haciéndose pasar por él y haciendo creer a la víctima que la transacción marchaba sin problemas.

El denunciante calificó el fraude como “una operación de cubanos de la Florida” y alertó a la comunidad sobre la sofisticación de este tipo de delitos. La víctima de este fraude compartió el video para difundir su experiencia y prevenir que otras personas caigan en estafas similares.

Recomendaciones de seguridad digital

Especialistas en seguridad digital instan a la comunidad a verificar siempre la identidad de las personas con las que realizan transacciones y a no compartir códigos de comprobación.

Estos códigos son esenciales para proteger cuentas y evitar suplantaciones, que son un componente clave de este tipo de fraudes.

Adicionalmente, se recomienda actuar rápidamente en caso de detectar una transacción sospechosa, ya que las posibilidades de recuperar el dinero son limitadas, como en este caso, en el que el afectado fue informado de que tendría que esperar hasta 30 días para ver si podía obtener un reembolso.