¿Culpa a la población? Régimen pide ahorrar energía ante largos apagones
Los dirigentes de la Isla parecen pensar que la población tiene opción de usar cuanta energía quieran, y no que están sometidos a lo que haya
En medio de la profunda crisis energética que atraviesa el país, el régimen ha pedido a la población que “ahorre energía”, un pedido que ha levantado profunda indignación.
Durante un comunicado este viernes 25 de julio, el director de Servicios Comerciales de la Empresa Eléctrica en la Isla de la Juventud, Yosvany Hernández, pidió a la población que continúe ahorrando energía, para apoyar al gobierno en su difícil situación.
El pedido, que se da en medio de meses de continuos y prolongados apagones en prácticamente todo el territorio nacional, ha desatado una ola de críticas e indignación, pues hace parecer que el utilizar energía es opcional para la población, cuando la realidad es completamente distinta.
La población no solo debe resistir hasta 18 horas diarias sin electricidad, sino que cuando la tienen disponible apenas tienen los aparatos básicos para funcionar, mientras el gobierno mantiene un discurso como si los cubanos de verdad tuvieran para gastar energía por puro gusto.
“Continuamos pidiéndole a la población que sigan ahorrando y que contribuyan a bajar la máxima demanda”, exhortó Hernández durante una breve alocución publicada en el canal de Youtube del telecentro local Islavisión.
Según el funcionario, la máxima demanda eléctrica alcanzó el jueves los 24,42 megavatios (MW), y gracias a la incorporación de la unidad Fe dos y el funcionamiento de la unidad MAN cinco -aunque solo con 2 MW disponibles- se logró cubrir la demanda sin afectar los circuitos, explicó
No obstante, el funcionario indicó que los trabajos de mantenimiento continúan en las unidades Fe uno y MAN cinco.
La reacción ciudadana no se hizo esperar. En redes sociales, decenas de cubanos calificaron de “vergonzoso” y “ofensivo” el pedido, considerando que en muchas zonas del país hay interrupciones eléctricas de hasta 24 horas y que la corriente, cuando llega, apenas dura unas pocas horas.
“¿Qué ahorro?”, escribió un usuario, “si nunca hay corriente”.
Otros comentarios denunciaron la falta de coherencia entre lo que se exige al pueblo y lo que se permite en zonas turísticas o espacios de ocio.
“Cuántos hogares sin corriente y ves el malecón en La Habana lleno de luces y conciertos”, criticó uno de los comentaristas, reflejando una percepción extendida sobre la doble moral del gobierno en cuanto al uso de recursos.
Las críticas también apuntaron a la ineficiencia del sistema energético cubano y al desaprovechamiento de las instalaciones de energía solar.
Ciudadanos como Orestes Rodríguez recordaron que existen cientos de miles de paneles solares distribuidos por el país que no se usan adecuadamente, lo que podría aliviar la crisis si se gestionaran con seriedad.
Más allá del malestar, muchos expresaron un agotamiento profundo. “Lo que nos piden no es ahorro, es resignarse”, escribió Edith Tamayo, aludiendo a la precariedad que se vive sin electricidad: sin descanso, sin producción, sin alimentos en buen estado.
Durante años, los cubanos repitieron casi como un mantra que “en la Isla de la Juventud no se va la corriente”.
Y no era solo una creencia popular, en marzo pasado, medios oficiales reconocieron que ese territorio contaba con generación eléctrica propia, con capacidad suficiente para evitar apagones, incluso durante cortes masivos que afectaban a toda la isla grande.
Pero la realidad desmontó el mito y el territorio insular comenzó a padecer los apagones programados al igual que se extienden a lo largo del día y la madrugada en el resto del país.



