Denuncian condiciones deplorables en el Acuario Nacional de Cuba
“Salimos con más tristeza que alegría”, afirmó una desilusionada madre que llevó a su hijo
El Acuario Nacional de Cuba está en el centro de una creciente polémica tras una denuncia que describe las condiciones de abandono en las que viven los animales del lugar.
La denuncia proviene de una madre cubana que visitó el acuario junto a su hijo, quedando profundamente afectada por lo que vio. En su testimonio, publicado en la página de Facebook La Tijera, la madre relató que la experiencia fue devastadora.
“Salimos con más tristeza que alegría”, afirmó, compartiendo además fotografías que evidencian el maltrato sufrido por las especies del lugar.
Según su relato, la visita comenzó con la ilusión de su hijo, quien esperaba ver a los animales marinos. Sin embargo, pronto la emoción se transformó en una profunda tristeza.
La mujer describió una escena perturbadora: una foca que parecía querer escapar, con una mirada de sufrimiento.
“Mi niño me decía: ‘Mami, rescátala, está solita’”, expresó la madre, visiblemente afectada por el estado de abandono en el que se encontraba el animal.
Entre otras escenas desgarradoras, la madre destacó la presencia de jicoteas con caparazones rotos nadando en aguas verdes y sucias, y un tiburón nadando de forma agitada.
Adicionalmente, las peceras estaban en ruinas, las paredes se caían y el olor nauseabundo impregnaba el ambiente. A pesar de este panorama, el precio de entrada al Acuario se mantiene en su costo completo, lo que genera aún más indignación entre los visitantes.
El Acuario Nacional en ruinas
Según la organización Bienestar Animal Cuba (BAC), dedicada a la defensa de los derechos de los animales, el estado de las instalaciones es “profundamente triste”.
BAC confirmó la denuncia de la madre y añadió que el lugar sigue funcionando con fines turísticos, sin que se tomen medidas efectivas para mejorar las condiciones de los animales.
“Eso no es educación ambiental ni entretenimiento infantil, es tortura”, sentenció la agrupación en un mensaje publicado en su página de Facebook.
El Acuario Nacional de Cuba, que fue inaugurado en 1960, ha sido uno de los principales puntos turísticos de la Isla.
Originalmente se promocionó como un centro de investigación científica y educación ambiental, con un enfoque en la conservación de la vida marina. Sin embargo, las denuncias actuales han puesto en evidencia una realidad distinta: el lugar está involucrado en el tráfico ilegal de delfines, sin una supervisión adecuada.
El tráfico ilegal de animales marinos
Las acusaciones señalan que el Acuario Nacional habría sido un punto de origen para la venta de delfines a países con los que Cuba mantiene relaciones diplomáticas.
Este tráfico de animales marinos, que se realiza sin los protocolos de control necesarios, ha sido llevado a cabo en un entorno opaco.
Las organizaciones defensoras de los derechos de los animales han subrayado que este negocio se habría realizado principalmente con el objetivo de generar ingresos en divisas, especialmente durante los periodos de crisis económica que atravesó el país.
Hasta el momento, las autoridades cubanas no han emitido ninguna respuesta a las denuncias sobre la explotación de estos animales como fuente de ingresos, sacrificando su bienestar en aras de beneficios económicos.
