Deterioro en Cuba: madre e hijo fallecen tras derrumbe en Habana Vieja
El siniestro tuvo lugar en un tramo del centro histórico habanero donde los derrumbes son cada vez más frecuentes
Dos personas murieron en la madrugada del domingo 16 de noviembre tras el derrumbe parcial de un edificio en la calle Compostela 568, entre Muralla y Sol, en el consejo popular Belén, en La Habana Vieja.
El colapso del segundo nivel de la vivienda, ubicada en una zona de alto deterioro constructivo, reavivó las denuncias sobre la crisis habitacional y la falta de mantenimiento en la capital cubana, donde los edificios se caen a pedazos mientras la mayoría de los recursos de la Isla son destinados al moribundo turismo.
De acuerdo con la información divulgada por el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, hasta el lugar llegaron brigadas de Rescate y Salvamento, efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria y personal del Ministerio de Salud Pública, que trabajaron durante horas entre los escombros.
Las víctimas fueron identificadas como Carlos Fidel Sánchez Díaz, de 38 años de edad, y su madre, Sara Paula Díaz, de 64. Ambos fallecieron en el sitio del desplome, según los datos difundidos por el reportero, que se convirtió en la única fuente pública con detalles del caso.
El siniestro tuvo lugar en un tramo del centro histórico habanero donde los derrumbes son cada vez más frecuentes. La estructura afectada formaba parte de un inmueble utilizado como vivienda, catalogado como vulnerable, una condición que se repite en buena parte de las edificaciones de ese sector de la ciudad.
Derrumbe en plena Habana Vieja y operativo de emergencia
Imágenes compartidas en plataformas digitales muestran a los equipos de rescate removiendo bloques, vigas y restos de la construcción, mientras se mantenía un fuerte despliegue policial en la zona. Las autoridades aplicaron el protocolo de emergencia habitual, aunque no ofrecieron a la población un parte detallado sobre el origen del desplome ni sobre el estado del resto del edificio.
Hasta el momento no se ha informado si había más residentes en el interior de la vivienda cuando se produjo el colapso, ni si otras personas resultaron heridas o fueron evacuadas. El reporte oficial se ha limitado a confirmar el hecho y las dos muertes, sin precisar posibles causas ni responsabilidades.
Crisis habitacional y edificios al borde del colapso
La Habana Vieja acumula un parque inmobiliario envejecido, con construcciones que en muchos casos superan el siglo de existencia y que arrastran daños estructurales severos.
Las filtraciones, las grietas visibles y los desplomes parciales son parte de la rutina de miles de familias que siguen viviendo en inmuebles declarados inhabitables o en peligro de derrumbe en informes previos de la propia prensa estatal.
Los derrumbes no son hechos aislados. Se repiten en la capital, sobre todo en temporadas de lluvia o en inmuebles que nunca han recibido reparaciones integrales.
Las autoridades han reiterado en otras ocasiones que la intervención en edificios antiguos requiere altos recursos técnicos y financieros, pero en los barrios los vecinos señalan la ausencia de mantenimiento sistemático y de soluciones oportunas.
En los últimos años, habitantes de La Habana Vieja han denunciado de forma constante filtraciones, desprendimientos de techos y paredes, así como hundimientos de escaleras y entrepisos. Muchas de estas quejas quedan en trámites burocráticos o en promesas de albergues temporales, que a menudo se prolongan indefinidamente.
Un problema estructural que sigue cobrando vidas
El propio régimen ha admitido la dimensión del déficit habitacional en Cuba, pero suele atribuir la falta de acciones de gran escala a la escasez de materiales de construcción y de equipamiento técnico.
Mientras tanto, miles de personas continúan residiendo en edificaciones dañadas, donde un derrumbe puede ocurrir de madrugada, como en Compostela 568, sin dar oportunidad de escapar.



