NOTICIAS DE CUBA

Díaz-Canel se libra de responsabilidad: pide al pueblo que vigile la distribución de ayuda humanitaria

El llamado se produjo durante un recorrido por zonas afectadas por el paso del huracán Melissa en el oriente

El designado presidente cubano Miguel Díaz-Canel pidió a la población de Santiago de Cuba ejercer un “control popular” sobre la entrega de la ayuda humanitaria destinada a los damnificados por el huracán Melissa, mientras siguen creciendo las denuncias por ventas irregulares, productos vencidos y opacidad en el manejo de los donativos en el oriente del país.

El llamado se produjo durante un recorrido por zonas afectadas efectuado en medio de un clima de desconfianza ciudadana hacia la gestión gubernamental de la crisis.

El mensaje de Díaz-Canel fue grabado en el Consejo Popular Sigua, uno de los territorios más golpeados por el ciclón en Santiago de Cuba.

En la visita lo acompañaron los viceprimeros ministros Jorge Luis Tapia Fonseca y Eduardo Martínez Díaz, además de Beatriz Johnson Urrutia, presidenta del Consejo de Defensa Provincial. Como en otras apariciones públicas dentro de la Isla, volvió a destacar la ausencia de su esposa, Lis Cuesta, que solo se muestra junto al mandatario en viajes al extranjero.

“Que lo que llegue de donación se organice bien la entrega, que haya control popular sobre las cosas que se entregan para que llegue también, de verdad, todo el que lo necesite, y de esa manera vamos a salir adelante”, afirmó Díaz-Canel ante las cámaras, en un mensaje que buscó trasladar la responsabilidad de la vigilancia a los propios vecinos de las zonas afectadas.

Díaz-Canel repite promesas sin resultados visibles

Durante su intervención, el gobernante retomó anuncios que el propio régimen ha esgrimido durante años para esa región, entre ellos la construcción de una planta desalinizadora y la recuperación estable de los servicios de telecomunicaciones.

Son compromisos reiterados en múltiples reuniones oficiales, pero la población sigue sin ver mejoras palpables, algo que aumenta la frustración de los habitantes del oriente.

La cobertura de la televisión estatal repitió un esquema conocido: elogios al liderazgo político en medio de la devastación. El material incluyó el testimonio de una vecina que, frente a las cámaras, respaldó la gestión oficial.

“Estamos satisfechos con su apoyo incondicional, de sentir el dolor ajeno, agradecidos con todos”, declaró la mujer, en una escena que refuerza la narrativa de apoyo popular que el régimen intenta proyectar en cada emergencia.

Redes sociales exponen quejas

Fuera del guion de los medios estatales, las redes sociales muestran otra realidad. Desde el paso del huracán Melissa, se acumulan denuncias sobre irregularidades en el reparto de recursos, lentitud en la recuperación e instrumentalización política de los donativos enviados por gobiernos extranjeros y organizaciones solidarias.

Usuarios reportan demoras en la llegada de la ayuda, discrecionalidad en las listas de beneficiarios y priorización de estructuras afines al Partido Comunista.

Entre las quejas más graves figura la venta de latas de pescado vencidas a damnificados de Santiago de Cuba.

El activista Elías Navarro denunció en plataformas digitales que latas de sardinas en salmuera, ya caducadas, se ofrecen a la población a 40 pesos por unidad, un precio elevado para familias que lo perdieron casi todo y dependen de esa ayuda para alimentarse.

El contraste entre el discurso televisado de control, organización y respaldo popular, y la ola de testimonios ciudadanos que documentan ventas, demoras e irregularidades, alimenta la percepción de que existen fallas estructurales en la administración de las donaciones.

Mientras Díaz-Canel llama a la población a vigilar la entrega de la ayuda, los reportes de abusos y desorden en la gestión de los recursos crecen. Para muchas familias que aún esperan una respuesta efectiva, el llamado al “control popular” suena más a intento de trasladar responsabilidades que a una solución real a los problemas que enfrentan cada día para reconstruir sus vidas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas