El Instituto de Medicina Tropical ‘Pedro Kourí’ (IPK) de La Habana recibió el pasado jueves una donación de material médico proveniente de Miami, según informaron medios oficiales de la Isla.
De acuerdo con la nota publicada por el oficialista Granma, el doctor Manuel Romero Placeres, director del IPK, recibió “de parte de la comunidad cubana en Miami, Estados Unidos, un donativo de material sanitario y protección personal para apoyar la lucha contra la COVID-19”.
“Los insumos llegaron a La Habana como resultado de las gestiones realizadas por la compañía Wajiro Import & Export, con el apoyo del exmiembro de la Cámara de Representantes de origen cubano, Joe García, y de un grupo de cubanoamericanos del sur de la Florida”.
En los últimos 60 años, el gobierno cubano se ha dedicado a condenar el “bloqueo” (embargo) impuesto por el gobierno de Estados Unidos como respuesta a las expropiaciones de las compañías y demás propiedades de sus ciudadanos en la isla cuando Castro tomó el poder.
No obstante, en pocas ocasiones se les ha escuchado reconocer que las donaciones de carácter humanitario nunca han sido prohibidas por las administraciones estadounidenses.
Es importante destacar que la prensa oficialista ha ignorado por completo la ayuda humanitaria para las más de 15 mil familias afectadas por la pandemia en la isla que habría sido enviada a mediados de este año por exiliados cubanos desde Miami, gracias a la gestión de las plataformas Cuba Decide y Solidaridad entre Hermanos.
Este cargamento arribó al puerto del Mariel el pasado 10 de agosto y no ha sido distribuido porque según las autoridades además de que la carga no va dirigida al Consejo de Iglesias de Cuba, que es el único habilitado por el régimen para recibirla, este supuestamente rechazó la ayuda del exilio.
Diferentes organizaciones nacionales e internacionales han exigido al régimen cubano que libere la ayuda retenida en el puerto del Mariel.
Consejo de Iglesias de Cuba califica “maniobra política” ayuda humanitaria del exilio
En un comunicado de prensa emitido a mediados de agosto, el reverendo Antonio Santana Hernández, al frente del Consejo, argumentó que “el canal para traernos ayuda, nunca será el que promueva la división y dobles intenciones con fines políticos”.
“Como Hombre de Dios, me asiste la necesidad de ejercer la labor profética de denuncia ante un hecho que no se corresponde con la respuesta que necesita nuestro país. No es un secreto, la carencia de bienes de primera necesidad que tiene nuestro pueblo, pero tampoco lo es, el cruel bloqueo económico, financiero y comercial acrecentado por el Gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba”, dijo el líder religioso haciendo eco de la propaganda comunista mantenida por más de 60 años.
El líder religioso declaró además que el gobierno cubano está haciendo un “decisivo esfuerzo por salvaguardar la vida de los cubanos y de muchas personas en el mundo, evidenciando la vocación de solidaridad que nos distingue como personas de buena voluntad”.
Sin embargo, la pastora María Cristina Rodríguez Pentón, representante en Cuba del Ministerio Internacional “De Mujer a Mujer”, sostuvo que “negar la ayuda es un crimen contra la familia cubana y una violación a las libertades religiosas”.
Rodríguez Pentón abrazó por su parte toda iniciativa que se produzca de cubano a cubano “espero que después de esto, al gobierno cubano no se le ocurra pedir nada, porque si no dejan entrar, el efecto de la solidaridad, es que no hay necesidad”.
