EEUU ejecuta ejercicios militares con fuego real en aguas del Caribe
El ejercicio se realiza en medio de las crecientes tensiones con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela
El martes 18 de noviembre de 2025, varias aeronaves AV-8B Harrier II del Cuerpo de Marines de Estados Unidos realizaron ejercicios militares con fuego real desde el buque anfibio USS Iwo Jima, en el mar Caribe, como parte de la Operación “Lanza del Sur” (Southern Spear).
Estas maniobras forman parte de un despliegue militar estratégico ordenado por Washington y ejecutado bajo el Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM).
Los ejercicios se producen en medio de las crecientes presiones de Estados Unidos sobre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Las maniobras, que incluyeron fuego real, son parte de las operaciones de la Fuerza de Tarea Conjunta de “Lanza del Sur”, un esfuerzo militar de gran envergadura dirigido por SOUTHCOM, con el objetivo de combatir el narcotráfico y asegurar la defensa de la región.
Según el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, la operación tiene como fin “expulsar a los narcoterroristas del hemisferio occidental” y reforzar lo que Washington considera su “vecindad estratégica”.
La presencia de las aeronaves Harrier desde el Iwo Jima subraya la proyección de poder militar en la región, especialmente frente a las costas venezolanas. La operación también busca prevenir la entrada de fentanilo y otras drogas sintéticas hacia los Estados Unidos.
The United States Marine Corps @22nd_MEU, deployed to @Southcom, and @TTDefenceForce are conducting training exercises together 16-21 November 2025. Training is taking place across Trinidad and Tobago in both urban and rural environments, with operations scheduled during daytime… pic.twitter.com/XFIa6vbpdY
— U.S. Embassy Port of Spain (@USinTT) November 19, 2025
El trasfondo político de la operación
Aunque el discurso oficial de la operación se centra en la lucha antidrogas, la creciente presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, especialmente frente a Venezuela, refleja un componente político más amplio.
El Pentágono ha intensificado sus maniobras en la región, con la llegada de buques de guerra, destructores y el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande y sofisticado del mundo.
Esta postura se interpreta como una presión adicional sobre el gobierno de Maduro, además de las declaraciones previas que sugieren que altos mandos del Pentágono habrían evaluado opciones para atacar Venezuela.
Reacciones de Venezuela
La operación ha sido fuertemente rechazada por el gobierno de Nicolás Maduro, que denuncia la “militarización del Caribe” como una estrategia estadounidense para justificar intervenciones en la región.
Maduro acusó a Washington de utilizar “narrativas falsas” para justificar el despliegue, comparándolo con las justificaciones previas para la intervención en otros países, como Irak.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, calificó la presencia militar estadounidense como un “vulgar ataque contra la soberanía y la paz” no solo de Venezuela, sino de toda América Latina. En respuesta, Caracas organizó un ejercicio militar masivo, movilizando a 200.000 soldados para defender lo que consideran una amenaza imperialista en la región.
