EEUU endurecerá deportaciones de migrantes a terceros países
La medida se registra luego de un brutal asesinato perpetrado por un migrante cubano en Dallas, Texas
El brutal asesinato de un gerente de motel en Dallas, cometido por el migrante cubano Yordanis Cobos-Martínez, ha sido el detonante de una nueva política del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y del presidente Donald J. Trump contra la inmigración ilegal.
Este caso ha sido utilizado como justificación para endurecer las medidas contra los migrantes indocumentados, abriendo la puerta a la posibilidad de deportar a cientos de indocumentados, incluidos aquellos cubanos que han sido rechazados por el gobierno de La Habana, a terceros países.
La Corte Suprema ya aprobó esta política en junio, permitiendo que personas como Cobos sean enviadas a países donde la violencia, el aislamiento y la represión las esperan.
This vile monster beheaded a man in front of his wife and child and proceeded to kick the victims’ head on the ground. This gruesome, savage slaying of a victim at a motel by Yordanis Cobos-Martinez was completely preventable if this criminal illegal alien was not released into… https://t.co/4MalrdrT1J pic.twitter.com/ILSH2SzWZT
— Homeland Security (@DHSgov) September 15, 2025
Deportados a terceros países
El DHS ha detallado los países donde migrantes como Cobos podrían terminar su travesía: Esuatini, Uganda, Sudán del Sur y El Salvador. En estos lugares, la vida de un migrante se ve condenada a la miseria y la incertidumbre.
Esuatini, un país empobrecido con un régimen monárquico absoluto que ha reprimido protestas a sangre y fuego, es uno de los destinos más temidos. Un cubano deportado a este país se encuentra en un rincón del mundo sin la posibilidad de rehacer su vida, alejado de cualquier red de apoyo y bajo la constante amenaza de persecución.
En Uganda, un país señalado por violaciones a los derechos humanos y persecución de minorías, los migrantes enfrentan el riesgo de ser invisibles y vulnerables ante abusos de todo tipo. Ser deportado allí no solo significa la pérdida de la dignidad humana, sino también la constante amenaza de violencia estatal.
El caso más extremo lo representa Sudán del Sur, un país devastado por la guerra civil y la hambruna. Ser enviado a este lugar es una condena a la pobreza extrema y la desesperanza. Sin vínculos culturales y con escasas oportunidades de sobrevivir, un migrante en Sudán del Sur enfrenta una vida casi imposible.
Finalmente, El Salvador ofrece el temido CECOT, una megacárcel de máxima seguridad donde miles de pandilleros cumplen condenas bajo condiciones extremas. Aquí, los migrantes con antecedentes penales podrían ser encerrados, condenados a un futuro sin salida en una prisión que se ha convertido en un símbolo de represión incluso en América Latina.
Cubanos en un limbo
Cuba ha mantenido una postura firme de rechazo hacia los ciudadanos con antecedentes penales graves, lo que deja a decenas de cubanos atrapados en un vacío legal.
El gobierno cubano se niega a aceptar de vuelta a estos ciudadanos, pero el vacío de repatriación se está llenando con medidas drásticas bajo la administración Trump.
Este vacío legal ahora lleva a los migrantes cubanos a enfrentar destinos sin garantías de repatriación o protección.
Ya en julio, un cubano condenado por asesinato en primer grado y vinculado a la pandilla Latin Kings fue deportado a Esuatini, junto con otros migrantes calificados como “monstruos depravados” por el DHS. En este caso, el hombre se encuentra en aislamiento en una prisión africana, lejos de su familia y sin esperanzas de una repatriación que nunca llegó.



