EEUU prepara controles aduaneros más estrictos para residentes permanentes
La medida tiene el objetivo de reforzar la seguridad fronteriza y detectar posibles fraudes migratorios
El próximo 26 de diciembre de 2025, Estados Unidos comenzará a aplicar un sistema de controles aduaneros más riguroso para todos los viajeros extranjeros, incluidos los residentes permanentes.
La medida, que marca un cambio histórico en la política migratoria, ampliará el sistema biométrico de entrada y salida en todo el país, con el objetivo de reforzar la seguridad fronteriza y detectar posibles fraudes migratorios.
La nueva normativa permitirá la recopilación de huellas dactilares, escaneos faciales y, en ciertos casos, muestras de ADN de todos los viajeros que no sean ciudadanos estadounidenses.
Detalles de la medida
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha divulgado que esta nueva regla, que entrará en vigor el 26 de diciembre, elimina las exenciones por edad y autoriza a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a recolectar datos biométricos de los viajeros.
Esta medida, que busca verificar la legitimidad de los estatus migratorios, incluirá también una tarifa de 30 dólares para las estadías superiores a 29 días, con sanciones que pueden llegar hasta los 5.000 dólares por incumplimiento.
Mayor inspección para residentes permanentes
Una de las áreas que más atención recibirán son los residentes permanentes legales, quienes deberán someterse a controles más exhaustivos en los puntos de entrada.
Según Luis Victoria, abogado especializado en inmigración, el propósito de estas nuevas regulaciones es asegurar que los residentes permanentes hayan obtenido su estatus de manera legítima.
Las autoridades se enfocarán particularmente en los casos de matrimonios ficticios, uno de los fraudes migratorios más perseguidos.
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Impacto en los viajeros frecuentes
Los residentes permanentes que viajan con frecuencia, especialmente los que cruzan desde Canadá y México, podrían enfrentar largas filas en los aeropuertos y en los cruces terrestres.
CBP instalará quioscos con captura de iris y huellas en los terminales más transitados, y también se utilizarán puertas de reconocimiento facial para agilizar el proceso.
Aunque la medida ha sido diseñada para mejorar la seguridad, organizaciones defensoras de la privacidad han expresado su preocupación por la recolección masiva de datos biométricos, que podrían incluir muestras de ADN en situaciones específicas.
El DHS asegura que los datos recopilados serán almacenados por hasta 75 años y podrán ser compartidos con otras agencias federales de seguridad.
Esta expansión de los controles biométricos es vista como un avance hacia un sistema fronterizo más estricto, pero también ha levantado preocupaciones sobre la normalización de la recolección genética.
A pesar de las críticas, el gobierno insiste en que los datos de ADN solo serán utilizados en investigaciones específicas.



