EEUU recalca que su ayuda humanitaria a Cuba será a través de la Iglesia Católica
Esta decisión responde al historial del régimen cubano en cuanto a la falta de transparencia en la distribución de ayudas
El gobierno de los Estados Unidos ha reiterado esta semana que la asistencia humanitaria destinada a Cuba tras el paso del huracán Melissa será distribuida exclusivamente por la Iglesia Católica y la organización Cáritas, evitando cualquier intermediación por parte del régimen de La Habana.
Esta medida se alinea con la política de Washington de asegurar que la ayuda llegue directamente a la población afectada sin que el gobierno cubano tenga control sobre la distribución de los recursos.
A través de un comunicado emitido en su cuenta oficial de X (antes Twitter), la Embajada de Estados Unidos en La Habana detalló que “en Cuba, la distribución será a través de la Iglesia Católica y Cáritas directamente a las personas afectadas”.
Esta decisión responde al historial del régimen cubano en cuanto a la falta de transparencia en la distribución de ayudas humanitarias y la preocupación de que los recursos puedan ser desviados para su venta a la población.
Estados Unidos ha aportado una cantidad inicial de $24 millones en asistencia de emergencia para salvar vidas que se destinará a Jamaica, Haití, Bahamas y el pueblo cubano, para ayudar a los afectados por la destrucción que provocó el huracán Melissa. https://t.co/7MQUSfo9BG
— USA en Español (@USAenEspanol) November 5, 2025
Una asignación millonaria para la emergencia
Según el Departamento de Estado, EEUU ha destinado un total de 24 millones de dólares para asistencia de emergencia en países afectados por el huracán de categoría 5, que arrasó varias naciones del Caribe a finales de octubre.
El desglose de los fondos es el siguiente: 12 millones de dólares se destinarán a Jamaica, 8,5 millones a Haití, 3 millones a Cuba y 500.000 dólares a las Bahamas.
Estos recursos serán utilizados para proporcionar refugio, agua potable, servicios de saneamiento, asistencia alimentaria, atención médica de emergencia y otros servicios esenciales que en estos momentos están desaparecidos en el oriente cubano.
El Equipo de Respuesta para Asistencia ante Desastres (DART) de Estados Unidos sigue evaluando las necesidades en el Caribe para futuras fases de ayuda.
Las autoridades diplomáticas estadounidenses han subrayado que la prioridad de la asistencia será para las provincias orientales de Cuba, especialmente en Granma, Holguín y Las Tunas, donde los daños causados por el huracán fueron devastadores.
La postura de Washington frente a La Habana
El anuncio de Washington responde a las recientes declaraciones del régimen de Cuba, que había señalado que cualquier ayuda internacional debería pasar por sus canales oficiales.
Aunque el gobierno cubano agradeció la oferta de asistencia, reafirmó que los recursos se distribuirán únicamente bajo su supervisión, lo que incluye un control total sobre la entrega y uso de los fondos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, quien autorizó la distribución de estos fondos, aseguró que la asistencia humanitaria tiene como objetivo “salvar vidas y apoyar a las poblaciones más vulnerables”.
Adicionalmente, garantizó que la ayuda “llegará a manos del pueblo cubano, no del régimen”, haciendo énfasis en la necesidad de evitar que los recursos sean gestionados por el gobierno de Miguel Díaz-Canel.



