Mucho antes de convertirse en una de las presentadoras más queridas de la televisión hispana, la puertorriqueña Adamari López fue una exitosa actriz de telenovelas en México.
Sin embargo, su paso por la pequeña pantalla no fue siempre color de rosas. Así lo hizo saber la presentadora del programa de “Un nuevo día”, en charla con el publicista Joe Bonilla, quien fuera responsable de su inserción en el mundo de los dramatizados. Según explicó la ex esposa de Luis Fonsi, su debut en este género televisivo iba a ser en 1997 con el rol de la versión joven de Verónica Castro en “Pueblo chico, infierno grande”.
“Hice casting con Aracely Arámbula y con Irán Castillo, fueron dos de las figuras que ya estaban cotizando en México, que eran egresadas del CEA (Centro de Educación Artística de Televisa), que tenían como esa importancia dentro de la misma empresa y que entendería yo que las iban a mirar más a ellas porque eran egresadas del CEA. A mí no me conocían”, contó
“A mí me dieron el papel. Yo llegué a tomar clases en el CEA, empecé las clases de capacitación para suavizar mi acento puertorriqueño y neutralizarlo, me hicieron un cambio de imagen (…) Estaban empezando a hacer el trámite porque entendían que el papel era mío”.
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El momento en que todo cambió
Sin embargo, su sueño se vio truncado de la noche a la mañana, luego de que directivos de Televisa se dieran cuenta de que algunas de las telenovelas que Adamari había hecho en su Puerto Rico natal fueron transmitidas por TV Azteca, la competencia. Algo, al parecer, imperdonable en esa época.
“Al darse cuenta de este conflicto de intereses, me pidieron que me retirara de inmediato del canal y le dieron el papel a Aracely Arámbula”, relató. “Aparecer en la otra cadena te convertía automáticamente en una especie de persona non grata. Esa experiencia me hizo bajar de las nubes con un solo trueno. Lloré muchísimo”.
Por fortuna, la empresa no tardó en quitarle el veto y la actriz boricua pudo debutar finalmente en Televisa como parte del elenco de la novela “Sin ti” y el resto es historia.
“Hicieron como una reestructura —me imagino— dentro de la empresa y quitaron los vetos de gente que a lo mejor pensaron que no volverían a trabajar, el mío fue uno de ellos”, señaló.
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