El piloto cubano Rubén Martínez se encuentra a la espera de su entrevista de miedo creíble

Rubén Martínez Machado, el piloto cubano que arribó a Florida la semana pasada después de robar una avioneta AN-2, se encuentra en el centro de detención de migrantes de Krome, donde espera a su entrevista de miedo creíble.

Este procedimiento es necesario para que las autoridades estadounidenses decidan si podrá solicitar asilo político en el país o si será devuelto de regreso a la Mayor de las Antillas, donde enfrentará graves consecuencias legales por el robo de la aeronave.

De acuerdo con el medio Telemundo 51, Martínez, de 29 años de edad, tuvo su primer encuentro con los abogados que llevarán su caso este martes 25 de octubre.

“Antes que nada, Estados Unidos tiene la obligación de escuchar a alguien que grite que tiene miedo de volver a su país. En este caso, mi cliente tiene un temor horrible”, declaró Eduardo Soto, uno de los juristas que representa a Martínez, al citado medio.

El experto considera que podrán comprobar dicho miedo, lo que le permitirá permanecer en suelo norteamericano.

El medio local señala que el proceso judicial constará de dos partes, una para evitar que Martínez sea deportado de regreso a la Isla, y otra que lo juzgue por el delito de piratería aérea, un crimen que suele requerir un juicio, una condena y una posible deportación.

El cubano se encontraba utilizando la avioneta para fumigar, pero antes de aterrizar, decidió cambiar de curso y dirigirse hacia EEUU, aterrizando pocas horas después en el aeropuerto de Dade-Collier Training and Transition.

El vuelo de Martínez se realizó a baja altura, con el objetivo de no ser detectado por los radares de la Isla, algo que quedó captado en video por un pescador que se encontraba entre la Isla y Florida.

El hombre, quien compartió lo ocurrido en redes sociales, pensó que se trataba de un operativo de contrabando debido a la antigüedad del modelo de la avioneta rusa.

Tras lo ocurrido, el Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba se manifestó al respecto, calificando las acciones de Martínez como un acto de piratería aérea, tipificado como un “delito” en los convenios internacionales entre Cuba y EEUU.

Este no es el primer cubano en robarse una aeronave para escapar de la miseria que se vive en la Isla, pues en el pasado, otros tres casos similares han acaparado la atención de la prensa, dos de ellos tratándose de militares desertores.

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