Eriel Sánchez rompe el silencio tras agresión contra comisario en Sancti Spíritus
El altercado ocurrió tras una discusión poco después de un partido entre Sancti Spíritus e Isla de la Juventud
El 27 de septiembre de 2025, un grave incidente sacudió el ámbito deportivo cubano cuando Eriel Sánchez, director del equipo Gallos de Sancti Spíritus, agredió al comisario Miguel Rojas durante un tenso enfrentamiento relacionado con una jugada polémica en la Serie Nacional de Béisbol.
El altercado, ocurrido tras un partido entre Sancti Spíritus e Isla de la Juventud, generó conmoción dentro y fuera del deporte cubano. En una entrevista exclusiva con el medio Escambray, Sánchez ofreció su versión de los hechos.
El inicio de la discusión: un conflicto arbitral
La discusión que derivó en el violento enfrentamiento comenzó durante el partido entre los Gallos de Sancti Spíritus e Isla de la Juventud, en el octavo inning.
Una jugada polémica en la que el árbitro validó inicialmente una carrera, pero luego corrigió su decisión tras una reunión con los otros árbitros, desató las tensiones.
Sánchez expresó su descontento con la falta de comunicación sobre el cambio y, aunque su equipo ganó el partido, la situación ya había dejado una semilla de conflicto.
Escalada del conflicto: un malentendido y una discusión
Tras el final del juego, Sánchez intentó hablar con el comisario Miguel Rojas, acercándose a él para expresar su frustración.
“Me agaché frente a él y le mencioné algo sobre el retraso en la comida en el hotel”, explicó el director de los Gallos. Sin embargo, lo que parecía ser un intento de diálogo se transformó en una discusión encarnizada cuando ambas partes comenzaron a ofenderse, llegando incluso a mencionar a sus madres.
La agresión “no fue con un bate”
En el momento culminante del altercado, Sánchez detalló que, tras un manotazo de Rojas, él reaccionó de forma defensiva.
“Vi que tenía algo en la mano, así que tomé un palito de ejercicio, no un bate, para protegerme”, indicó Sánchez.
Según su versión, la punta del palito pudo haberle causado una herida a Rojas, pero subrayó que no fue un acto premeditado. El director de los Gallos reconoció la gravedad del momento y expresó que nunca tuvo la intención de causar un daño significativo.
Consciente de la importancia de su papel como líder, Sánchez asumió la responsabilidad de lo ocurrido.
“Soy responsable de lo que ocurrió. Como director, soy un ejemplo para mis jugadores y mi actitud no estuvo a la altura de lo que el béisbol cubano representa”, manifestó, reflexionando sobre el incidente.
A pesar de las reacciones en redes sociales exigiendo su destitución, Sánchez aclaró que acepta las decisiones basadas en los hechos, y no por la presión externa. “Si determinan que no debo seguir dirigiendo, lo aceptaré”, aseguró.
Un futuro incierto
El incidente ha dejado una profunda huella en la comunidad deportiva cubana, generando un debate sobre la conducta de los líderes deportivos.
Las autoridades del béisbol cubano deberán decidir el futuro de Eriel Sánchez, quien en sus palabras finales expresó el peso de su error y la esperanza de poder recuperar su reputación.
“Lo que ocurrió fue un error, y me pesa. Agradezco la oportunidad de hablar y pido a los que todavía creen en mí, que me den una oportunidad para recuperar mi reputación”, concluyó.



