La crisis epidemiológica desatada por el coronavirus ha obligado a la gran mayoría de los ciudadanos a resguardarse en sus hogares, con el objetivo de frenar la ola de contagios, y las celebridades no son la excepción a la regla.
Sin embargo, muchas estrellas del mundo del entretenimiento han aprovechado para confinar en lujosas mansiones. Este ha sido el caso del multipremiado actor Tom Cruise, quien nada más y nada menos se encuentra pasando la cuarentena en un castillo inglés con una muy peculiar historia.
La importancia de esta estructura radica en la historia de L. Ron Hubbard, fundador de la Cienciología, religión que profesa desde hace varios años el intérprete.
“La base”
El castillo, bautizado como “La base”, se encuentra localizada en el complejo Saint Hill de Sussex, en el Reino Unido. De acuerdo con reportes de la revista Vanity Fair, Tom también se encuentra acompañado del reconocido chef Michelin, el gran Gordon Ramsey, quien está a cargo de cocinarle durante el encierro.
Si bien el edificio y sus alrededores se establecieron en el siglo XVI, y el lugar atravesó una serie de importantes modificaciones en el XVIII, en el año 2015, sufrió una remodelación a gran escala. Actualmente, el terreno cuenta con unas cataratas y un inmenso jardín, donde habitan más de mil especies de flores y árboles.
Xenu y la Cienciología
Mientras Hubbard residió en “La base”, llevó a cabo una especial extensión de la biblioteca que, además, cuenta con quinientos textos originales suyos. El “padre de la Cienciología” también albergó en la mansión a destacados miembros de su comunidad para que pudieran vivir de cerca los fundamentos y premisas del movimiento.
Las creencias centrales de esta religión parten de que cada persona es un ser espiritual inmortal —thetan—, con una mente y un cuerpo, y son básicamente buenas. La única forma de alcanzar la felicidad y la salvación definitiva es la educación, el conocimiento y la mejora espiritual. La Cienciología, además, afirma tener metodologías específicas para ayudar con el alcance de estas metas.
Según la doctrina, Xenu —un dictador de la Confederación Galáctica— hace 75 millones de años trajo miles de millones de personas a la Tierra en naves espaciales, parecidas a aviones DC-8. Acto seguido, los desembarcó alrededor de volcanes y los aniquiló con bombas de hidrógeno. Sus almas, entonces, se juntaron en grupos y se pegaron a los cuerpos de los vivos y aún siguen creando caos y estragos.
