El caricaturista cubano Manuel “Lillo” Lamar Cuervo, conocido por ser el creador de uno de los personajes más icónicos de la gráfica nacional, “Matojo”, falleció el pasado lunes 25 de noviembre en su residencia de Miami.
De acuerdo con reportes del El Nuevo Herald, el humorista, de 89 años, murió de causas naturales.
Lillo nació el 13 de diciembre de 1929 en Bogotá, Colombia, donde su padre trabajaba como embajador. El artista, quien nunca estudió artes pictóricas, se graduó de Derecho Diplomático y Consular en la Universidad de La Habana, en 1957 y con el tiempo también se tituló en Periodismo.
“Nunca estudió dibujo. Tenía un talento natural”, declaró al medio citado su hija Patricia.
Durante más de cuatro décadas, Lillo trabajó en el cine y la televisión. A su vez, fue responsable de dar vida a “Patricia”, “Sapito Pérez”, “Chicho Durañón, “Titina” y una veintena de otros personajes que centralizaron las tiras cómicas de los semanarios “Pa’ lante”, “Pionero”, “Zun-Zún” y “DDT”. En todos sus trabajos el humorista dejaba de forma implícita alguna enseñanza.
Como parte de su trabajo en el Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficos (ICAIC) produjo los cortometrajes: “Matojo va a la playa”, “Buenos días Matojo” y “Matojo va la escuela”.
“Mi padre fue hombre extraordinario. Todo el mundo lo quería. Su amor a los niños lo supo llevar como nadie a las caricaturas, y ellos supieron devolvérselo de manera incondicional”, agregó Patricia.
En 1992, Lillo se estableció en Miami, Florida, donde continuó colaborando esporádicamente con algunas publicaciones.
Según reportes de El Nuevo Herald, los servicios en honor al caricaturista cubano se llevarán a cabo este miércoles 27 de noviembre en la funeraria Caballero Rivero, ubicada en Westchester, 8200 Bird Road, desde las 6 p.m hasta 12 a.m (hora local).
