Dan Rivera, investigador principal de la New England Society for Psychic Research (NESPR) y conocido por ser uno de los cuidadores de la muñeca Annabelle, fue encontrado muerto el domingo 13 de julio en Gettysburg, Pensilvania, mientras participaba en una gira de eventos paranormales.
El cuerpo de Rivera, de 54 años, fue hallado en su habitación de hotel tras una jornada del recorrido itinerante “Devils on the Run”, organizado por NESPR junto con Ghostly Images of Gettysburg.
Las autoridades locales confirmaron que no hay señales de un crimen, pero su fallecimiento ha sido catalogado como “indeterminado” hasta que se conozcan los resultados de la autopsia, lo que podría tardar entre 60 y 90 días.
Rivera había viajado como parte del equipo que exponía objetos relacionados con lo sobrenatural, incluyendo la famosa muñeca Annabelle, vinculada durante décadas a relatos de sucesos paranormales y resguardada en el Warren Occult Museum.
Según informaron medios locales, el objeto no se encontraba en la habitación donde murió el investigador, sino dentro de una furgoneta en el estacionamiento.
Su muerte ha provocado gran conmoción en la comunidad dedicada al estudio de fenómenos paranormales.
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Rivera era una figura respetada en el ámbito del ocultismo y la demonología, y su inesperado fallecimiento ha generado múltiples reacciones entre sus seguidores y colegas.
Annabelle, una muñeca de trapo tipo Raggedy Ann con aspecto infantil, ha sido objeto de múltiples relatos desde la década de 1970.
Ed y Lorraine Warren, fundadores de NESPR, la asociaron con episodios de posesión, movimientos autónomos y ataques inexplicables.
Su historia ganó notoriedad internacional gracias a las películas de la franquicia El Conjuro, donde fue presentada como un ícono del terror.
Además de su papel como custodio de Annabelle, Rivera también se dedicaba a la educación y divulgación sobre fenómenos paranormales, participando activamente en conferencias, giras y actividades formativas en el área.
