Frenan plan de deportaciones rápidas para personas con CBP One y parole
La jueza encargada del fallo dictaminó que la “remoción expedita” violaba las normas al modificar las condiciones una vez iniciado el proceso
Una jueza federal de distrito ha frenado una controvertida política migratoria de la administración de Donald J. Trump que buscaba acelerar la expulsión de migrantes bajo parole humanitario o que accedieron a Estados Unidos mediante el sistema CBP One.
La medida, suspendida el pasado viernes, representa un respiro legal para cientos de miles de personas que enfrentaban deportaciones sin proceso justo.
La jueza, nombrada por el Partido Republicano, dictaminó que los procedimientos de “remoción expedita” promovidos por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) violaban las normas al modificar las condiciones una vez iniciado el proceso.
En su fallo, subrayó que tales prácticas afectaban especialmente a quienes llegaron al país escapando de crisis humanitarias.
Bloqueo a la deportación sin defensa legal
Según explicó una abogada de inmigración al periodista Daniel Benítez, esta decisión “es una excelente noticia”, especialmente para los migrantes más vulnerables.
El sistema que intentaba implementarse permitía arrestos y deportaciones sin audiencia judicial, dejando a los afectados en situación de indefensión.
Impacto directo sobre casos de cubanos y venezolanos
Uno de los ejemplos más alarmantes es el caso de un cubano que llegó por el puerto de entrada de San Isidro en marzo de 2024.
Pese a haber sido inspeccionado y admitido con parole humanitario, y cumplir con todos los requisitos legales, fue detenido por ICE tras comparecer ante una corte migratoria. Un venezolano enfrentó una situación similar.
Ambos casos revelan cómo las autoridades migratorias intentaban revertir la protección inicial que se otorgó a estos migrantes, reintroduciendo el temor entre las comunidades cubanas, venezolanas, haitianas y nicaragüenses, quienes han sido blanco de estas medidas en los últimos meses.
Una victoria parcial
El fallo impide que las deportaciones aceleradas continúen aplicándose de inmediato, incluso para quienes ya estaban en proceso judicial. La jueza ordenó que todos los casos sean evaluados individualmente antes de tomar cualquier decisión de expulsión.
La abogada consultada advirtió que, aunque el fallo ofrece una pausa, no deroga la política en su totalidad. “Es una oportunidad para respirar, pero la lucha legal continúa”, señaló.
La decisión pone en evidencia la controversia sobre las políticas de Trump, que según los abogados de inmigración, buscan debilitar las garantías legales de quienes ingresan por razones humanitarias. Mientras tanto, cientos de familias siguen a la espera de una resolución definitiva para poder permanecer en el país sin temor a una deportación inmediata.
