Galeno en el exilio desmiente el mito de la “potencia médica” de Cuba
El médico, originario de Matanzas, asegura que las brigadas sanitarias del régimen son solo un esquema de explotación laboral
En una reciente entrevista con el medio español El Debate, el médico cubano exiliado en España, Antonio Guedes, desmintió la alegada “potencia médica” de Cuba y denunció que las brigadas sanitarias del régimen cubano son, en realidad, un esquema de explotación laboral, propaganda política y espionaje.
Según Guedes, la afirmación de que la revolución comunista convirtió a Cuba en una potencia médica es completamente falsa. El médico, originario de Matanzas y expulsado de la carrera de medicina por ser católico y no marxista.
“Si no se entiende la explotación, no se entiende nada”, aseguró.
Este testimonio se suma a las crecientes denuncias de médicos cubanos dentro y fuera de la Isla, que señalan las condiciones abusivas de las misiones internacionales de salud.
Guedes emigró a España en 1981, huyendo del régimen con su esposa embarazada y su hija pequeña. Tras convalidar sus estudios y completar su formación, ejerció como médico de familia y director de un centro de salud en Madrid por casi 30 años.
Hoy, con su libro Del dicho al hecho: La leyenda de la sanidad en Cuba 1902-2024, ofrece una crítica fundamentada con datos oficiales e internacionales que derrumban la propaganda estatal sobre la salud en Cuba.
El verdadero rostro de las brigadas médicas
Guedes también criticó el modelo de las brigadas médicas cubanas, afirmando que son un negocio que genera grandes ganancias para el régimen cubano, mientras los médicos son sometidos a condiciones laborales extremas.
“A los profesionales les retienen hasta el 80% de su salario, y muchos trabajan bajo vigilancia, chantaje y adoctrinamiento”, indicó.
Estas acusaciones coinciden con las denuncias de organizaciones internacionales, como el Parlamento Europeo, que calificó las brigadas de “esclavitud moderna”.
Anteriormente, una doctora cubana identificada como Daycee Zamora reveló de manera similar que los médicos son sometidos a adoctrinamiento y amenazas, mientras que aquellos que abandonan las misiones enfrentan sanciones severas, incluyendo la prohibición de regresar a Cuba por ocho años.
El negocio millonario de las brigadas médicas cubanas
El sistema de misiones médicas no solo representa un negocio millonario para el gobierno cubano, sino también una herramienta de control social y político.
De acuerdo con Guedes, los estudiantes extranjeros que participan en estas misiones son adoctrinados y, en muchos casos, enviados de regreso a sus países como informantes o aliados del régimen.
Guedes afirma que lo que se presenta como una muestra de solidaridad internacional es, en realidad, una manipulación política y una forma de espionaje.
El gobierno cubano obtiene más de 4.900 millones de dólares al año mediante la exportación de aproximadamente 26.000 trabajadores de salud a más de 50 países. Sin embargo, en la Isla, los ciudadanos enfrentan una grave crisis sanitaria, con hospitales en ruinas y desabastecimiento de medicinas.
Para Guedes, el mito de la potencia médica cubana solo puede mantenerse gracias a la propaganda estatal y a la complacencia de organismos internacionales que siguen repitiendo estadísticas manipuladas por el régimen.
El galeno considera que la propaganda gubernamental ha logrado enmascarar la realidad de un sistema sanitario colapsado, mientras la élite cubana continúa beneficiándose de los millonarios ingresos generados por las brigadas médicas.



