Luego de que Lester Lescay, promesa del atletismo cubano, escapara de una delegación oficial y se quedara en Europa, las autoridades deportivas de la Isla han expresado sentirse preocupadas ante el silencio de los jóvenes atletas ante “la traición de algunos compañeros”.
Según el medio estatal Granma, el director de Deportes en Guantánamo, Rolando Charró, dijo este viernes durante el balance de trabajo del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER), que es necesario hablar con estos jóvenes.
“Nos preguntamos por qué a veces nuestros jóvenes se quedan apagados o callados ante la ignominia del enemigo, ante la traición de algunos compañeros que estudiaron con nosotros. ¿Por qué no responden? ¿No tienen elementos?”, dijo el funcionario.
A su parecer, los jóvenes atletas han fallado en adoptar una política más agresiva contra los hechos, especialmente en una época en la que las tecnologías permiten un flujo de información casi instantáneo.
“Tenemos que revisar cuáles son las causas de que nuestros líderes estudiantiles, como son los atletas, no tengan una actitud firme, vertical y frontal”.
Las palabras del funcionario dejan entrever que el principal reto que enfrenta la Isla no es el obtener buenos resultados en competencias, sino mantener a sus deportistas dentro del país, pues estos hacen hasta lo imposible para encontrar mejores oportunidades en el extranjero.
De igual manera, el discurso dado por el director de Deportes en Guantánamo deja claro que las autoridades cubanas no comprenden la “inacción” adoptada por los jóvenes que permanecen en la Isla, muchos de los cuales en el fondo se alegran por las oportunidades tomadas por sus compañeros, e incluso, tienen planeado hacer lo mismo en algún punto de sus vidas.
La reapertura de fronteras, así como la flexibilización de medidas adoptadas por la pandemia de COVID-19, trajo consigo la reanudación del éxodo masivo de deportistas cubanos, principalmente peloteros que buscan conseguir contratos en las Grandes Ligas.
Al respecto, los medios estatales y las autoridades del régimen culpan de estas salidas masivas al Gobierno de Estados Unidos, rehusándose a reconocer la posibilidad de que la Isla no puede brindar las mismas oportunidades y recompensas que otros países ofrecen.
