INSMET advierte que Melissa tocará tierra en Cuba con más fuerza de la esperada
Este fenómeno ha demostrado una intensificación inesperada, con vientos máximos sostenidos de 280 km/h
El huracán Melissa, uno de los más poderosos en la historia del Atlántico, se aproxima con gran fuerza a la costa sur del oriente cubano, donde se espera que toque tierra como un huracán de categoría cuatro, más fuerte de lo esperado por las autoridades cubanas.
Este fenómeno ha demostrado una intensificación inesperada, con vientos máximos sostenidos de 280 km/h, lo que lo mantiene en la categoría cinco de la escala Saffir-Simpson.
De acuerdo con los últimos informes emitidos por el Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET), Melissa avanza lentamente hacia el norte-nordeste, a una velocidad de solo 4 km/h, aunque se prevé que aumente su velocidad en las próximas horas.
Se espera que el fenómeno toque tierra cerca del poblado de Chivirico, en la provincia de Santiago de Cuba, a unos 40 km al oeste de la ciudad de Santiago.
Peligro inminente de las marejadas
Las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo serán las más afectadas por las intensas marejadas y las lluvias torrenciales.
Las autoridades han advertido que las olas en los mares del sur podrían alcanzar entre 2,5 y 4 metros, lo que podría generar inundaciones en las zonas bajas. Las bandas externas de la tormenta ya están provocando fuertes nublados y precipitaciones, con lluvias que podrían ser especialmente intensas en las zonas montañosas.
Impacto en el terreno y desplazamiento
Los vientos en la tarde alcanzarán entre 35 y 50 km/h, con ráfagas superiores que se convertirán en tormenta tropical durante la noche.
Las autoridades meteorológicas están emitiendo alertas continuas y mantienen un monitoreo constante de la evolución de la tormenta. A pesar de que su movimiento ha sido lento, se espera que su trayectoria se incline hacia el nordeste en las próximas 24 horas.
Melissa ha alcanzado una presión mínima histórica de 896 mb, lo que lo posiciona como el cuarto huracán más fuerte registrado en el Atlántico desde 1979, cuando comenzaron a medirse las presiones. Con vientos de 280 km/h y ráfagas más fuertes, el huracán se posiciona como uno de los más destructivos de la temporada, preocupando profundamente a las autoridades cubanas.
Advertencia sobre la potencial devastación
El doctor José Rubiera, meteorólogo principal de Cuba, ha lanzado una advertencia urgente sobre los peligros que representa el huracán.
“Este es un fenómeno extremadamente peligroso”, indicó Rubiera, destacando la capacidad del huracán para causar devastación. El meteorólogo también advirtió sobre la peligrosa marejada, con olas de hasta 4 metros, y sobre el peligro de las lluvias intensas, que podrían causar deslizamientos de tierra y desbordamientos en las riberas de los ríos.
Rubiera enfatizó que las edificaciones cercanas al mar “pueden ser completamente destruidas” por la surgencia del mar, y pidió que nadie permanezca en las zonas costeras, ya que las inundaciones podrían ser catastróficas.
