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Insurrecto envía mensaje desde Alligator Alcatraz: “Esto no tiene precedentes”

El cubano afirmó que se encuentran hacinados en las celdas, y señaló que la alimentación se limita básicamente al agua en cada comida

El activista cubano conocido como el Insurrecto difundió un mensaje desde el centro de detención Alligator Alcatraz, en Estados Unidos, en el que expuso sus condiciones de reclusión y expresó inconformidad con el trato recibido mientras permanece bajo custodia migratoria.

Sus declaraciones circularon en redes sociales y medios independientes cubanos, en medio de un proceso que podría derivar en su deportación.

Desde el centro de detención, el Insurrecto afirmó que no tiene acceso a televisión ni a dispositivos electrónicos, y señaló que la alimentación se limita básicamente al agua en cada comida.

“No hay televisión, no hay Tablet, como en las prisiones normalmente. Esto no tiene precedentes”, declaró, al referirse a las condiciones del lugar donde se encuentra retenido.

El activista fue arrestado semanas atrás durante un operativo de las autoridades migratorias, según han documentado medios independientes. Su detención ocurrió tras la revisión de su estatus legal en el país, lo que lo colocó en riesgo de deportación.

De acuerdo con la información disponible, el Insurrecto ingresó a EEUU hace varios años y desde entonces ha mantenido una presencia activa en redes sociales, donde se ha identificado por su discurso confrontativo contra el gobierno cubano y otros actores políticos.

En su mensaje, también se refirió a la alimentación que recibe en el centro. “De desayuno, agua en el desayuno, agua en el almuerzo, y agua en la comida”, expresó, al tiempo que comparó esa situación con lo que considera una falta de garantías básicas.

En ese contexto, añadió: “Un país que tiene más vacas que prisioneros y no nos aseguran ni un vaso de leche”.

El Insurrecto intentó diferenciar su caso del de otros reclusos al señalar que no enfrenta cargos criminales.

“Aquí hay asesinos, yo en ningún momento asalté la Casa Blanca, ni maté a una vieja, ni me metí en un banco a mano armada”, afirmó, al explicar por qué considera injusto el régimen bajo el que permanece detenido.

Según su versión, las autoridades permitirían ciertos arreglos informales entre reclusos a cambio de comida, una práctica que también cuestionó.

Las demandas expresadas por el activista han sido interpretadas por algunos observadores como exigencias que no suelen cumplirse en centros de detención de ningún tipo, ya sean migratorios o penitenciarios.

En ese sentido, se ha señalado que la mayoría de las cárceles, tanto en EEUU como en otros países, no garantizan comodidades como dispositivos electrónicos o dietas personalizadas, lo que ha llevado a comparar sus reclamos con reacciones propias de inconformidad ante la privación de libertad.

Al contrastar esta situación con el sistema penitenciario cubano, medios independientes recuerdan que en las prisiones de la isla son frecuentes las denuncias por hacinamiento, mala alimentación, falta de atención médica y restricciones severas a la comunicación.

En comparación, los centros de detención migratoria en EEUU operan bajo normas distintas, aunque también han sido objeto de críticas por las condiciones en las que mantienen a los detenidos.

Mientras su caso sigue en evaluación, el Insurrecto permanece bajo custodia a la espera de una decisión migratoria. Su mensaje, difundido desde Alligator Alcatraz, se suma a la atención mediática que rodea su figura se vuelve una más de las múltiples quejas contra el polémico centro de detención por las condiciones infrahumanas en las que mantienen a sus prisioneros.

 

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