Joven muere por dengue hemorrágico en Matanzas ¿Qué dice el MINSAP?
Mientras el régimen se niega a reconocer una crisis de contagios y el colapso del sistema de salud en la Isla, las víctimas se siguen sumando
La muerte de un joven identificado como Yuniel, víctima del dengue hemorrágico en Cárdenas, provincia de Matanzas, ha provocado indignación entre los residentes y ha reavivado las denuncias sobre la crisis del sistema de salud en Cuba.
El caso fue confirmado por el comunicador Christian Arbolaez, quien informó que el joven presentó fiebre alta, dolores intensos y malestar general antes de fallecer en el hospital Julio Miguel Aristegui Villamil, tras una rápida complicación de su cuadro clínico.
Mientras familiares y vecinos exigían explicaciones, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) sostiene que en el país “no se reportan fallecidos por dengue”, pese a los múltiples testimonios de comunidades que aseguran lo contrario.
La contradicción ha incrementado la desconfianza hacia las autoridades sanitarias, acusadas de ocultar el número real de contagios y muertes.
De acuerdo con reportes de medios independientes como Asere Noticias, Periódico Cubano y Cibercuba, la situación epidemiológica en Matanzas y otras provincias es crítica.
En hospitales como el Faustino Pérez, en la capital provincial, faltan reactivos para confirmar diagnósticos, y los pacientes deben llevar sus propios medicamentos, gasas y sueros.
En varios municipios, la fumigación es irregular o inexistente, y la acumulación de basura y salideros de agua favorece la propagación del mosquito Aedes aegypti.
El MINSAP reconoció recientemente que existen “altos niveles de infestación” en territorios como Cárdenas y Jovellanos, aunque los reportes oficiales omiten las cifras exactas de contagios.
La provincia enfrenta una de las tasas más elevadas del país, con decenas de menores y adultos ingresados por cuadros febriles y hemorrágicos.
Vecinos de Cárdenas denuncian que la respuesta estatal ha sido tardía y desorganizada. La falta de médicos, el deterioro de los hospitales y la escasez de fármacos básicos —como paracetamol o antibióticos— agravan una crisis que, según testimonios, se ha vuelto cotidiana.
“Aquí no hay medicinas, no hay ambulancias, no hay control. Solo entierros”, escribió un residente en redes sociales.
El fallecimiento de Yuniel expone una realidad que el gobierno intenta minimizar: el colapso del sistema de salud pública, históricamente presentado como un logro del modelo socialista.
A pesar de los discursos oficiales sobre “resistencia y eficiencia”, los reportes ciudadanos describen hospitales sin recursos, apagones en salas de urgencias y médicos desbordados.
La comunidad de Cárdenas, golpeada por la pérdida, exige respuestas y medidas concretas. La muerte de este joven, según expresaron familiares y amigos, pudo haberse evitado con atención médica oportuna y un control epidemiológico real.
Mientras tanto, las autoridades mantienen el silencio y las cifras oficiales siguen sin reflejar la magnitud del problema.



