Siete miembros de una familia, entre ellos menores de edad, perdieron la vida en el municipio de Centro Habana, donde se registró un incendio a causa de la explosión de la batería de una moto eléctrica.
De acuerdo con el periodista estatal Lázaro Manuel Alonso, el incidente se registró durante la madrugada de este miércoles 28 de junio.
Las llamas se reportaron en la calle Perseverancia, No. 159, entre Ánimas y Virtudes del mencionado municipio. Al lugar arribaron bomberos de La Habana, pero las llamas ya habían cobrado la vida de las siete personas.
En total, cinco adultos y dos menores de edad perdieron la vida en el interior de la vivienda, misma que tenía una composición mixta con “estructuras de mampostería y madera en su interior”.
Una investigación preliminar sugiere que había dos motorinas en la sala de la vivienda, y que estas se encontraban cargando al momento del desastre. Sin embargo, los peritos continúan con la investigación para determinar si algo más pudo haber causado el incendio.
El medio oficialista Cubadebate indicó que al sitio arribaron miembros del Cuerpo de Bomberos de los municipios La Habana Vieja, Regla, Cerro y Plaza de la Revolución, pues el incendio alcanzó un tamaño considerable.
Luego de lo ocurrido, varios funcionarios castristas acudieron al lugar, entre ellos Luis Antonio Torres Iribar, primer secretario del Partido Comunista (PCC) de La Habana; Yanet Hernández, gobernadora de la provincia, y Ramón Pardo Guerra, Jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.
Las explosiones de motorinas son un problema que se ha vuelto relativamente común en la Isla, a donde se han importado 300.000 de estos vehículos en los últimos años.
Tan solo la semana pasada, se denunció un incendio en el área de estacionamiento de la Empresa Eléctrica de Camagüey, el cual inició a causa de la explosión de uno de estos vehículos.
Al final del día, 14 vehículos terminaron destruidos luego de que las llamas se extendieran a otras zonas del estacionamiento.
Mientras las motorinas ofrecen una alternativa barata para transportarse en la Isla, la falta de refacciones obliga a los usuarios a emplear reparaciones “caseras”, algunas de las cuales comprometen la integridad de la batería.
Esto empeora debido a que muchos de los dueños de motorinas dejan cargando las baterías del vehículo durante toda la noche, periodo en el cual la moto se queda conectada directamente a la corriente y sin supervisión.
