“La violencia nunca cesó”: habla hija de cubano que asesinó a exesposa en Nashville
La joven compartió detalles desgarradores sobre los 24 años de violencia que marcaron la relación de su padre con la víctima
Cándido Raúl Rubio Pérez, el cubano de 54 años, señalado de ser el principal sospechoso en el asesinato de su exesposa, Niurka Alfonso Acevedo, fue arrestado el pasado jueves por la noche.
La detención se produjo en un complejo de apartamentos en el vecindario de Madison, al noreste de Nashville, luego de que Rubio Pérez huyera tras presuntamente apuñalar a su víctima en el estacionamiento de una escuela.
El crimen ocurrió el pasado lunes a las 6:00 a.m., antes de la llegada de los estudiantes. Un miembro del personal escolar descubrió el cuerpo de Alfonso Acevedo y alertó a las autoridades. Una foto publicada por la policía muestra a Rubio Pérez llorando tras su arresto.
En un testimonio compartido en línea, Rachel Rubio, hija mayor del acusado, compartió detalles desgarradores sobre los 24 años de violencia que marcaron la relación de su padre con la víctima.
En un video publicado en TikTok, Rachel relató cómo el maltrato, las separaciones y los reencuentros violentos fueron una constante durante más de dos décadas.
“La violencia nunca cesó”, explicó con voz quebrada, destacando que, aunque su familia pudiera parecer unida, eso no siempre significaba felicidad.
“Una familia unida no significa una familia feliz”, reflexionó Rachel.
La joven recordó cómo presenció el abuso desde temprana edad. “Hasta los cinco años vi cómo mi padre maltrataba a mi madre, luego la violencia continuó”, agregó.
Rachel también describió el comportamiento errático de su padre, quien consumía sustancias tóxicas y llevaba una vida descontrolada. Aseguró que, aunque su familia intentó buscar ayuda para él, nunca recibió tratamiento.
“Intentamos llevarlo a México para recibir ayuda psiquiátrica, pero él se negó a hacerlo. Él era adulto, no se podía retener”, comentó.
Asimismo, relató cómo, a pesar de la separación de sus padres, su padre continuaba vigilando a su madre, pasando por su casa y observándola desde su vehículo. “Esto es increíble, nunca imaginamos que llegaríamos a este punto”, concluyó la joven, visiblemente afectada.
