ESTADOS UNIDOS

Lanzan el “FIFA Pass”: un atajo para conseguir visa a EEUU para el Mundial 2026

La expectativa es que el “FIFA Pass” contribuya a mover aún más el turismo hacia las sedes en EEUU

La administración de Donald J. Trump anunció una vía rápida para tramitar visas de turismo dirigidas a extranjeros que planean viajar a Estados Unidos por la Copa Mundial de Fútbol de 2026.

El programa, bautizado como “FIFA Pass”, fue presentado esta semana en la Oficina Oval junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y está diseñado para ofrecer citas consulares prioritarias a quienes ya cuenten con entradas para los partidos en Norteamérica.

La Casa Blanca sostiene que la medida busca absorber el salto en la demanda de visas sin frenar el flujo de visitantes ni relajar los controles de seguridad.

¿Qué es el “FIFA Pass” y cómo funcionará?

Según lo anunciado, los aficionados que compren boletos para el torneo seguirán el mismo procedimiento que cualquier solicitante de visa tradicional.

La diferencia estará en el orden de atención: sus entrevistas se agendarán en horarios preferenciales en embajadas y consulados de Estados Unidos en todo el mundo, colocándolos, en palabras de los promotores del plan, “puestos al frente de la fila”.

El objetivo es evitar que los seguidores del fútbol queden atrapados en listas de espera que en algunos países se extienden por meses.

Gianni Infantino subrayó que la nueva modalidad busca facilitar la entrada de miles de visitantes durante el Mundial, en un momento en que los tiempos de espera para visas estadounidenses se han disparado en varias regiones.

El secretario de Estado, Marco Rubio, indicó que ya se enviaron más de 400 funcionarios consulares adicionales a distintas sedes diplomáticas para procesar el volumen extra de solicitudes y aseguró que el 80% de los solicitantes en el mundo debería conseguir una cita en menos de 60 días.

Impacto económico y de seguridad del Mundial 2026

El Mundial de 2026, que se celebrará del 11 de junio al 19 de julio en Estados Unidos, México y Canadá, será la primera edición con 48 selecciones y 104 partidos.

Analistas prevén que se convierta en el mayor evento deportivo de la historia en términos de asistencia y gasto turístico.

De acuerdo con estudios de Oxford Economics, las ciudades anfitrionas podrían registrar incrementos de entre un 7% y un 25% en ingresos por ocupación hotelera durante el torneo, con efectos colaterales en transporte, ocio, restauración y comercio.

La expectativa es que el “FIFA Pass” contribuya a mover aún más el turismo hacia las sedes en EEUU, donde se concentrará la mayoría de los encuentros.

Hoteles, aerolíneas, plataformas de alquiler de viviendas y cadenas de comida rápida ya se preparan para un pico de reservas y consumo durante esas semanas, mientras las autoridades ajustan sus planes de seguridad y control migratorio.

Trump, sin embargo, insistió en que la prioridad seguirá siendo el orden público. Advirtió que, si surgieran problemas graves en ciertas sedes, podría proponer la reubicación de partidos, mencionando a ciudades como Seattle, donde la elección de la activista progresista Katie Wilson como alcaldesa ha reavivado el debate sobre las llamadas “ciudades santuario” y las políticas locales hacia los migrantes.

Infantino se mostró poco dispuesto a alterar el mapa de sedes, pero recalcó que la FIFA considera la seguridad un requisito indispensable y destacó que el ritmo de venta de boletos refleja una alta confianza en Estados Unidos como anfitrión.

Requisitos básicos para la visa de turismo a EEUU

Más allá del “FIFA Pass”, los requisitos generales para la visa de turismo B-2 se mantienen. El solicitante debe contar con un pasaporte vigente que cubra todo el periodo previsto de estancia en Estados Unidos y completar en línea el formulario DS-160 de visa de no inmigrante.

También debe abonar la tasa consular, actualmente de 185 dólares estadounidenses, y aportar una fotografía reciente que cumpla con las especificaciones del Departamento de Estado.

Las autoridades exigen además pruebas claras de que el viaje será temporal, por ejemplo, turismo, visita a familiares o tratamiento médico, y de que no existe intención de establecerse de forma permanente en el país.

Es necesario demostrar fondos suficientes para costear la estadía y la existencia de lazos sólidos con el país de origen, como empleo estable, propiedades, familia u obligaciones que respalden el regreso.

El proceso incluye una entrevista ante un funcionario consular, que evaluará la documentación y los argumentos del solicitante. Incluso con la visa aprobada, la última palabra la tiene el oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) al momento de la entrada.

La visa B-2 permite estancias temporales, por lo general de hasta seis meses iniciales, y no autoriza trabajar ni residir de manera permanente en Estados Unidos. Si el solicitante no logra convencer al funcionario de que regresará a su país, puede enfrentar una negativa bajo la presunción de intención migratoria contemplada en la sección 214(b) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas