La popular cantante santaclareña Lucila Oílzer Bastida Zamora, mejor conocida como “Lucía Labastida”, falleció de forma repentina el pasado miércoles, 1 de enero, a la corta edad de 45 años, víctima de una aneurisma, informó el diario La Vanguardia.
Lucila, hija del también cantante y percusionista cubano José L. Bastida, fundador del icónico grupo Los Fakires, inició su vida profesional a inicios del siglo XXI en el célebre Centro Cultural El Mejunje. En este local, la intérprete formó parte de las peñas habitual de los lunes y sábados; se presentó en galas artísticas de los Festivales de Teatro de Pequeño Formato; y participó en las Jornadas contra la Homofobia.
En 2003, bajo la dirección del trovador Roly Berrío, fue miembro del elenco del espectáculo Roly Hood.
El Mejunje, musicales y demás
A la par, Lucila estuvo presente en varias ediciones del Festival Boleros de Oro, convocado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), junto a grandes figuras del género como: Ela Calvo, Mundito González, Orestes Macías, Pablo Santamaría, Alina Torres, Vania Borges, entre otros.
Como parte del proyecto “Mejunje”, llevó a cabo en 2009 una gira nacional. Dos años más tarde, realizó una serie de conciertos en el Teatro “La Caridad” de Santa Clara, con más de dos horas de duración y un amplio repertorio.
Lucila también mantuvo su propia peña en el Museo de Artes Decorativas y trabajó en otros importantes como: los cabarets Venecia y el Centro Cultural “El Bosque”, propiedad de Artex, en Santa Clara. En 2013 protagonizó la comedia musical “Aquí se enciende la candela”, dirigida por Ramón Silverio, y el drama biográfico “En privado con la Reina”. Este último recogió aspectos de la vida de la gran diva cubana Celeste Mendoza.
De acuerdo con el periodista Alexis Castañeda Pérez de Alejo, sus cenizas serán depositadas en El Mejunje el venidero sábado 4 de enero, a las 6:00 p.m (hora local) justo al comenzar la peña de Zaidita Castiñeyra, espacio que la acogió y la auspició siempre.
“Una gran pena para sus familiares, pero también para los que fuimos sus amigos y para el numeroso público que la seguía y disfrutaba de su sensibilidad interpretativa», declaró Castañeda.
