Unos 46 prisioneros fallecieron durante un motín en la prisión de Guanare en Venezuela. La oposición refuta una vez más la versión del régimen chavista.
Según el gobierno de Nicolás Maduro, los prisioneros en un intento de huida, rompieron la valla perimetral de la prisión, por lo que los guardias de seguridad abrieron fuego terminando así con la vida de 46 presos. Sin embargo, la oposición asegura que no intentaban fugarse y que solo exigían alimentos, informó Infobae
Por su parte, la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones también rechazó la versión chavista y exigió una exhaustiva investigación.
“Hoy en Guanare vemos una nueva masacre en las cárceles de nuestro país bajo el control y la responsabilidad de la dictadura. Mientras sigan usurpando funciones, la vida de todos los venezolanos corre riesgo”, dijo Juan Guaidó a través de su cuenta de Twitter.
Hoy en #Guanare vemos una nueva masacre en las cárceles de nuestro país bajo el control y la responsabilidad de la dictadura.
Mientras sigan usurpando funciones, la vida de todos los venezolanos corre riesgo. https://t.co/Drvt3UqbrL
— Juan Guaidó (@jguaido) May 2, 2020
Carolina Girón, directora del Observatorio pidió una investigación completa de los hechos, pues calificó de “dudosa” la versión de las autoridades, las cuales afirmaron que los presos intentaron fugarse “a plena luz del día”.
Según la ONG, la prisión de Guanare, con capacidad para 750 personas, estaba sobrepoblada, ya que la misma albergaba a unos 2.500 reos.
No son más que “víctimas del hacinamiento y la desidia”, agregó la diputada opositora al régimen, María Beatriz Martínez, quien sostuvo que el motín comenzó por la escasez de alimentos en el centro penitenciario.
“La alimentación de la mayoría de los presos en Venezuela está a cargo de sus familiares”, explicó Martínez y agregó que debido a la cuarentena por el coronavirus, las visitas se habían suspendido hace casi 50 días.
Por su parte, el activista Humberto Prado, comisionado de Derechos Humanos de la presidencia interina, dijo que los prisioneros de este penal, viven en pésimas condiciones de salubridad, con una población hacinada y enfermedades altamente contagiosas como tuberculosis, escabiosis y hepatitis.
