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Mueren la primera secretaria del PCC y su chofer en accidente en Cienfuegos

Diosmiley Llerena Suárez, y su chofer, Efrén Delgado, fallecieron en el lugar, el siniestro pudo agravarse por el pavimento mojado

La primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC), Diosmiley Llerena Suárez, y el chofer del vehículo oficial, Efrén Delgado, fallecieron en un accidente de tránsito en la carretera cercana a Paradero de Camarones, Cienfuegos, la tarde de este sábado 20 de septiembre,

El suceso, ocurrido alrededor de las 6:20 pm, fue confirmado por el Buró Provincial del Partido Comunista en Cienfuegos y replicado en medios estatales.

Sin embargo, los comunicados oficiales se limitaron a dar a conocer la identidad de los fallecidos y a subrayar la trayectoria política de Llerena, sin aclarar qué provocó el siniestro.

Armando Carranza Valladares, primer secretario del Partido en la provincia, publicó un mensaje en Facebook en el que expresó condolencias y elogió la vida militante de la funcionaria, a quien describió como “un ejemplo de profesional y de cuadro, consagrada y leal”.

En contraste, la figura de Delgado apenas fue mencionada, reflejo de la jerarquía que marca incluso el trato en la muerte.

Mientras la versión oficial evitó ofrecer detalles, testigos citados por la página La Tijera aseguraron que el automóvil Greely en que viajaban circulaba a unos 150 km/h bajo fuertes lluvias.

Esa combinación, según las versiones no confirmadas, habría sido determinante en el desenlace fatal. No obstante, las autoridades solo anunciaron que el caso está bajo investigación, sin hablar de imprudencia ni del estado de las carreteras.

El manejo informativo deja en evidencia las prioridades del régimen: resaltar la trayectoria de un cuadro político mientras se minimiza el mal estado de las vías, los problemas de seguridad vial y la pérdida de un trabajador que viajaba con ella.

En Cuba, donde los caminos deteriorados y la falta de control técnico en los vehículos generan accidentes constantes, este tipo de silencios resulta revelador.

Mientras que innumerables ocasiones, las instituciones han responsabilizado a los ciudadanos de los siniestros, atribuyéndolos a “indisciplina social” o a imprudencias al volante, el accidente que ahora se cobra la vida de una funcionaria de alto rango expone esas mismas negligencias que la propaganda estatal suele esconder o culpar a otros.

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