Una cubana con COVID-19 dio a luz a una bebé sana en el Hospital Universitario “Comandante Faustino Pérez” en la provincia de Matanzas, actual epicentro de la pandemia del territorio nacional.
Según señala una nota de Naturaleza Secreta, a la madre se le realizó una cesárea en la semana 39 de gestación ante el inicio de afectaciones respiratorias que pudieran llegar a complicarse, teniendo en cuenta que la embarazada presentaba antecedentes de Diabetes Mellitus y Obesidad.
“Cuando se pasa visita en el día de ayer y hoy, hay un empeoramiento radiológico, donde la paciente continúa con manifestaciones respiratorias, se avalúa por parte de una comisión provincial que existe y con los compañeros del nivel nacional que se encuentran en nuestro hospital, y se decide la interrupción de la gestación por empeoramiento radiológico”, explicó al citado medio el Dr. Ángel Puig Vega, especialista en Medicina General Integral y en Ginecobstetricia.
“La vía para evitar que esa paciente empeore es la cesárea para evitar complicaciones respiratorias posteriormente”, agregó.
Afortunadamente, la bebé nació en perfecto estado de salud, negativa al COVID-19, como indicó su madre en un mensaje de agradecimiento a quienes la asistieron en el nacimiento de su hija Sabrina.
Hasta ahora no se ha detectado propagación vertical, los niños no han nacido positivos, los niños se pueden contagiar después por muchas cosas, por la madre, por los familiares; pero de la madre al feto hasta ahora no ha habido evidencias en Cuba de que se hayan contagiado, explica la nota.
El pasado mes de abril, la prensa oficialista de Santiago de Cuba anunció que una madre cubana había dado a luz a un bebé sano en el Hospital Militar Doctor Joaquín Castillo Duany.
De acuerdo con la información, en este caso a la madre se le realizó una cesárea en un espacio de la institución médica adaptado para este fin por los especialistas, pues no contaban con un salón quirúrgico en medio de la pandemia.
Afortunadamente, el bebé nació sano, pesando hasta 4 kilos con 250 gramos y negativo al SARS-CoV-2, causante del COVI-19.
“Nació con llanto fuerte vigoroso. Es una muestra de que ante una situación como esta en condiciones anormales nos podemos crecer, podemos salir de las dificultades”, declaró ante cámara uno de los médicos que participó en el parto.
Si bien los medios oficialistas resaltan la labor de los médicos que trabajan en pésimas condiciones, esta es una demostración más de la profunda crisis que atraviesa el sistema de salud pública en la Isla.
El medio estatal asegura que tanto la madre como el bebé se encuentran fuera de peligro, pues pese a haberse realizado en un ambiente inadecuado, se respetaron las medidas de bioseguridad para evitar posibles contagios.
