Orden judicial detiene todas las construcciones dentro de “Alligator Alcatraz”

La jueza federal Kathleen Williams ha emitido una orden temporal que suspende por 14 días cualquier actividad de construcción en el centro de detención migratorio “Alligator Alcatraz”, ubicado en los Everglades, en el sur de la Florida.

La decisión llega mientras los abogados debaten si las obras en curso violan las leyes ambientales que protegen la zona.

La magistrada aclaró que la restricción es necesaria debido a la falta de garantías mientras se resuelve el litigio relacionado con el futuro de este centro de detención, que ha generado fuertes críticas tanto por su impacto ambiental como por las condiciones en las que se encuentran los migrantes.

“Por todas estas razones y toda la evidencia en el expediente, y porque no hay garantías mientras litigamos este asunto tan importante… voy a emitir esta tarde una orden escrita de restricción temporal”, señaló Williams.

La orden prohíbe actividades como el relleno de terreno, pavimentación, instalación de nueva infraestructura y la colocación de luminarias adicionales.

Sin embargo, se aclaró que la orden no afecta las actividades relacionadas con el procesamiento de inmigrantes dentro del centro de detención. Esta suspensión temporal se considera un paso crucial mientras se resuelven los argumentos legales y ambientales que han generado controversia.

Grupos ambientalistas luchan por una prohibición permanente

El conflicto no se limita a la suspensión temporal de las obras. Grupos ambientalistas, junto con la tribu Miccosukee, han solicitado una orden preliminar que detenga las operaciones de construcción de manera definitiva.

Los demandantes argumentan que el proyecto podría destruir ecosistemas vitales en los Everglades, poniendo en riesgo especies protegidas y revertir años de esfuerzos de restauración ambiental, valorados en miles de millones de dólares.

Denuncias de condiciones inhumanas en Alligator Alcatraz

Además del litigio ambiental, el centro de detención también enfrenta fuertes críticas debido a las condiciones de vida en su interior.

Lindsey, una extrabajadora de la instalación, denunció públicamente en Telemundo 51 las condiciones precarias bajo las cuales trabajaba y los abusos sufridos por los detenidos.

La mujer, que trabajó en Alligator Alcatraz desde el 6 de julio como oficial de correcciones, aseguró que las instalaciones eran insalubres y peligrosas para todos los involucrados.

“Las condiciones eran miserables. Vivíamos en remolques compartidos, con baños portátiles y sin agua caliente la mayor parte del tiempo”, expresó.

De igual manera, relató que el hacinamiento extremo era una constante, con entre 35 y 38 detenidos en cada tienda de campaña, lo que generaba un ambiente insostenible para los migrantes.

Por último, la exempleada denunció que fue despedida después de contagiarse de COVID-19, además de no recibir el pago por sus servicios. También afirmó que fue acusada falsamente de alterar documentos médicos, lo cual negó.