Participación de Cuba en Clásico Mundial de Béisbol depende de Marco Rubio

La asistencia del equipo Cuba al Clásico Mundial de Béisbol 2026 permanece en incertidumbre luego de que el Departamento de Estado informara que el permiso de entrada dependerá de si el secretario Marco Rubio clasifica el torneo como un “evento deportivo de gran magnitud”.

La decisión, que se ampara en poderes migratorios extraordinarios, podría dejar fuera al conjunto antillano si el funcionario determina que el campeonato no alcanza ese nivel.

Un portavoz del Departamento de Estado, consultado por Pelota Cubana USA, explicó que solo los atletas, entrenadores, personal técnico, personal de apoyo esencial y familiares cercanos están exentos de la suspensión de entrada prevista en la sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

Este beneficio, sin embargo, es válido únicamente para competiciones de alto perfil como los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial de Fútbol u otros torneos que el secretario de Estado decida incluir en esa categoría. “La excepción no aplica para fanáticos o espectadores”, subrayó el vocero.

Con esta regla, la participación cubana depende estrictamente de una valoración discrecional. Si Rubio no considera al Clásico Mundial como un evento mayor, la delegación quedaría sin acceso al territorio estadounidense, donde se disputarán fases esenciales del torneo.

La legislación citada —la sección 212(f)— otorga al presidente de Estados Unidos la autoridad para impedir el ingreso de extranjeros cuando se considere que su entrada pudiera perjudicar los intereses nacionales.

La actual administración ha usado este apartado reiteradamente para restringir la movilidad de delegaciones deportivas procedentes de países considerados de interés político o migratorio.

Medios especializados recuerdan que esta misma política frustró la presencia de la selección cubana de baloncesto masculino en una ventana FIBA celebrada en Puerto Rico en febrero, así como la del equipo femenino de voleibol, que finalmente no pudo presentarse al Final Four del Norceca en junio, pese a haber clasificado.

No obstante, el precedente no es uniforme. Tal como publicó Politico, la administración de Donald Trump permitió la participación de selecciones de países con fuertes restricciones migratorias —entre ellos Irán y Haití— en la Copa Mundial de la FIFA, debido al estatus de ese evento como competición deportiva mayor.

En el caso del llamado “Team Asere”, el viaje no solo depende de la decisión de Rubio. La delegación cubana también requiere la aprobación de visas y la licencia correspondiente de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), entidad encargada de autorizar transacciones y actividades vinculadas a países bajo sanciones.

Fuentes relacionadas con la organización del campeonato indicaron que dichos trámites deberían quedar resueltos a inicios de diciembre, aunque el tiempo se acorta.

Cuba aspira a volver al nivel más alto del béisbol internacional en el Clásico Mundial de 2026, especialmente tras su actuación en la edición previa, en la que alcanzó las semifinales por primera vez desde 2006. Si la autorización finalmente llega, el equipo tiene programados dos juegos preparatorios en Arizona, duelos que servirían para evaluar la calidad del roster e identificar ajustes necesarios antes del inicio del torneo.

El Clásico Mundial de Béisbol, que reunirá a 20 selecciones, está programado para comenzar el 5 de marzo de 2026 y concluir el 17 del mismo mes, con la final prevista en el LoanDepot Park de Miami.

Hasta que Washington no emita la decisión final, la presencia del equipo Cuba seguirá en suspenso, pendiente de un criterio político que podría redefinir su camino hacia la competición de mayor relevancia para su béisbol nacional.