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Petrolero en el Caribe regresa a Venezuela para evitar incautaciones de EEUU

Este buque transportaba unos 1,9 millones de barriles de crudo pesado

El gobierno de Estados Unidos ha reforzado su presión sobre Venezuela tras la interceptación de varios superpetroleros en el Caribe.

El caso más reciente es el de Kelly, un buque de bandera panameña cargado con crudo venezolano, regresó este martes a aguas cercanas al puerto de Amuay, en el estado Falcón, después de que las autoridades estadounidenses interceptaran el Centuries, un petrolero también venezolano.

La acción se enmarca en una serie de medidas que buscan asfixiar económicamente al régimen de Nicolás Maduro, aumentando la presión sobre la exportación de petróleo.

Acción directa sobre el crudo venezolano

Según el servicio de seguimiento marítimo TankerTrackers.com, citado por Reuters, el Kelly zarpó de Venezuela junto al Centuries la semana pasada, escoltados por buques de la Armada venezolana.

Mientras tanto, el Kelly se encuentra actualmente en la región de Amuay, donde opera la refinería de la petrolera estatal PDVSA, mientras que el Centuries fue interceptado el sábado por la Guardia Costera de Estados Unidos.

Este buque transportaba unos 1,9 millones de barriles de crudo pesado Merey. Además, se han identificado otras embarcaciones en aguas venezolanas esperando nuevas instrucciones.

La presión de Trump sobre los buques sancionados

Estas medidas son parte de un endurecimiento de las sanciones que el presidente Donald J. Trump anunció la semana pasada, las cuales incluyen un “bloqueo” a todos los barcos sancionados que entren o salgan de Venezuela.

Trump busca aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro, que ha enfrentado severas dificultades económicas debido a la caída de la producción de crudo y las sanciones internacionales.

En ese sentido, la incautación del superpetrolero Skipper a principios de diciembre y las interceptaciones subsecuentes del Centuries y el Bella-1 han incrementado las tensiones en la región.

Interceptaciones de la Guardia Costera

En la misma línea, las autoridades marítimas de Guyana han informado que uno de los buques operaba con una falsa bandera guyanesa, lo que podría complicar aún más la situación internacional de Venezuela.

Por su parte, Panamá, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, indicó que algunos de los petroleros interceptados no cumplían con las normas marítimas del país, lo que subraya el incumplimiento de regulaciones internacionales por parte de los buques involucrados en el tráfico de crudo venezolano.

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