¿Puro show? Díaz-Canel visita Santiago de Cuba tras el huracán Melissa
El dirigente acudió a evaluar los daños, cuando el régimen tiene un historial de tardar meses o años en responder a los damnificados
Mientras miles de familias del oriente cubano continúan sin electricidad, techo ni alimentos básicos tras el paso del huracán Melissa, el designado presidente Miguel Díaz-Canel emprendió este viernes una gira por Santiago de Cuba y Guantánamo para “evaluar los daños”.
En una imagen que contrasta con la realidad de su labor para la población, el dirigente apareció ataviado con un uniforme militar, aunque no va a ayudar a levantar escombros ni ayudar personalmente en nada.
De acuerdo con reportes de medios oficiales, el mandatario visitó municipios como San Luis, Guamá y Contramaestre, donde comprobó la devastación provocada por los fuertes vientos y las lluvias.
En zonas costeras como Chivirico, gran parte de las viviendas y sembradíos quedaron destruidos, y varias comunidades permanecen incomunicadas por carretera, con acceso únicamente aéreo hacia lugares como Segundo Frente y Guamá.
El gobierno asegura que “las labores de recuperación ya comenzaron”, sin embargo, en Santiago de Cuba y Guantánamo persisten decenas de comunidades aisladas, sin comunicación, sin electricidad y con graves daños en los sistemas de agua y transporte.
Las autoridades prometieron habilitar guaguas, reparar puentes y crear “soluciones temporales” como el uso de contenedores para las familias que perdieron sus viviendas.
En materia eléctrica, se implementó un sistema de emergencia que apenas abastece el hospital provincial y algunos servicios esenciales, mientras el resto de la población continúa enfrentando apagones prolongados.
Según datos de la estatal Unión Eléctrica (UNE), la generación nacional sigue en crisis, y ni siquiera con la desconexión de varias provincias por el huracán el régimen logra cubrir la demanda.
Los daños también alcanzaron la agricultura: se reportan pérdidas en cultivos de café, plátano y maíz, lo que agrava aún más la ya precaria situación alimentaria del país.
A pesar de ello, Díaz-Canel se limitó a pedir a los productores “incrementar la siembra”, sin ofrecer detalles sobre recursos o apoyo estatal.
La visita del mandatario se suma a una larga lista de recorridos oficiales que poco cambian la realidad del país. En otros desastres naturales, como los huracanes Irma o Dorian, el régimen tardó meses e incluso años en entregar ayuda.
La prioridad del régimen nunca ha sido la población, ni siquiera en casos de desastre, como en la pandemia, pues se ha llegado a documentar que incluso llegó a vender donaciones internacionales a los propios damnificados.
Hoy, esa historia se repite: mientras el pueblo enfrenta apagones, escasez y destrucción, la cúpula gobernante exhibe discursos triunfalistas y propaganda sobre “resistencia y recuperación”.



