¿Qué tienen que decir? Declaraciones de cubanos deportados desde EEUU
Estos testimonios revelan las difíciles condiciones que enfrentaron durante su detención
Varios cubanos recientemente deportados desde los Estados Unidos han compartido sus experiencias tras ser obligados a regresar a la Isla, luego de haber intentado huir del régimen castrista en busca de un mejor futuro que no pudo ser.
Estos migrantes, que fueron detenidos en territorio estadounidense por no tener un estatus migratorio legal, revelan las difíciles condiciones que enfrentaron durante su detención y el angustioso proceso de deportación que sufrieron.
Una de las deportadas, quien estuvo dos años en Estados Unidos, relató cómo su proceso migratorio fue inicialmente legal hasta que fue arrestada. Durante su detención, fue separada de su hija, quien tiene ciudadanía estadounidense.
En su testimonio, enfatiza la dura experiencia vivida en prisión y cómo, a pesar de todo, estaría dispuesta a arriesgar su vida nuevamente para reunirse con su hija. Sin embargo, las autoridades estadounidenses le informaron que su hija no puede salir del país, lo que la deja atrapada en un dilema personal y familiar.
Otro migrante deportado contó que, aunque su proceso de migración fue legal bajo el parole humanitario, fue detenido hace tres meses mientras estaba sin hacer nada sentado en un automóvil.
Tras esta experiencia, manifestó que no tiene intenciones de volver a intentarlo y que su futuro está ahora en Cuba, país al que planea en donde planea establecerse nuevamente.
Las declaraciones, compartidas en redes sociales, reflejan las profundas tensiones que generan las políticas migratorias de la nueva administración de Trump, y cómo afectan la vida de los migrantes cubanos que buscan reunirse con sus familias o encontrar una mejor vida en EEUU.
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Deportaciones desde EEUU en aumento
Desde abril de 2023, los vuelos de deportación hacia Cuba se reanudaron como parte de una estrategia para frenar el flujo irregular de migrantes hacia Estados Unidos, que había estado suspendido desde 2020.
El acuerdo bilateral entre ambos gobiernos ha permitido que estas deportaciones sigan realizándose, pero con algunas limitaciones.
El gobierno cubano ha establecido que acepta a los deportados bajo un proceso de evaluación caso por caso, donde el Ministerio del Interior tiene la última palabra para aceptar o rechazar a sus nacionales. Generalmente, no se acepta a personas que hayan estado fuera de Cuba por más de cinco años o aquellos con un extenso historial criminal en Estados Unidos.
