La actriz cubana Ana de Armas interpretó en la película, recién estrenada por Netflix, “La Red Avispa”, a un personaje muy peculiar y del que se conoce muy poco.
La cubanoamericana Ana Margarita Martínez nació en 1960 y desde los 6 años se radicó en Estados Unidos. En 1992, a los 31 años de edad, conoció al espía cubano Juan Pablo Roque, uno de los integrantes de la Red Avispa.
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Roque, que durante años mantuvo en secreto su lealtad al gobierno cubano, se hizo famoso por llegar a nado a la Base Naval de Guantánamo, donde comenzaría su trabajo como espía con el supuesto objetivo de frustrar acciones terroristas contra Cuba por parte de la ONG Hermanos al Rescate.
Un día antes de que el gobierno cubano derribara dos avionetas, presuntamente en aguas cubanas, su misión terminaría.
Luego de esto, Roque apareció frente a las cámaras de la CNN dejando en evidencia que él era parte de un plan de espionaje armado por el gobierno de la Isla.
Según reportó el diario El País, Ana Margarita quedó perpleja con la noticia, por lo que decidió inmediatamente anular su matrimonio y demandar al gobierno cubano alegando que “el sexo practicado con Juan Pablo no era consensual”, según dijo al escritor brasileño Fernando Morais para ‘Los últimos soldados de la Guerra Fría’, novela en la que se basó el guión de ‘La Red Avispa’.
De acuerdo con lo declarado por los abogados de Ana Margarita: “Al consentir en practicar el sexo con Roque, la demandante Martínez no tenía conocimiento de que se trataba de un agente de Cuba”.
Debido a que el matrimonio entre los dos fue una falsa montada por Cuba, era el gobierno cubano quien debía pagar por el sufrimiento al que había sido sometida.
Según la defensa, esta mujer sufrió lesiones corporales, dolor y sufrimiento producto de “coitos no consentidos”. Debido a que la parte acusada no se presentó a juicio, alegando que los tribunales estadounidenses no tienen jurisdicción sobre las decisiones del gobierno cubano, la justicia falló a favor de la defensa, ordenando que se le pagará a Ana Margarita una indemnización por más de 27 millones de dólares.
Sin embargo, en la práctica no se ha podido obtener todo ese dinero, que sería pagado luego de avalada la Ley Antiterrorista de 1996, que pondría a disposición los fondos congelados al estado cubano en bancos estadounidenses, previamente aprobados por el presidente George W. Bush.
A inicios del año 2001, los familiares de tres pilotos de Hermanos al Rescate derribados en 1996 por aviones cubanos recibieron 96,7 millones de dólares proveniente de los fondos retenidos a Cuba, reportó El Tiempo.
Posteriormente, en el año 2005, Bush ordenó que le pagaran 198 mil dólares a la cubanoamericana Ana Margarita Martínez y además como pago parcial de la sentencia, con tres aviones cubanos que llegaron a territorio estadounidense.
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Martínez actualmente vive en Miami y en sus redes sociales aparece como “consultora de relaciones públicas, especializada en medios y divulgación hispanos, así como en marketing en inglés”.
