Régimen acepta ayuda de EEUU, pero pone condiciones que generan dudas
Los ciudadanos de la Isla tienen sospechas sobre la correcta repartición de estos recursos
El gobierno cubano ha aceptado una ayuda humanitaria de tres millones de dólares ofrecida por la administración de Donald J. Trump para los afectados por el huracán Melissa, pero bajo condiciones que han sembrado dudas sobre la transparencia en la distribución de los fondos.
Esta ayuda será canalizada a través de la Iglesia Católica, pero las autoridades castristas insistieron en supervisar todo el proceso, lo que ha despertado preocupación sobre la correcta utilización de estos recursos.
Condiciones de la ayuda y desconfianza
El Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX) emitió un comunicado en el que confirmó que la asistencia provendrá del Servicio Católico de Ayuda de Estados Unidos (CRS) y de la Arquidiócesis de Miami.
El régimen cubano agradeció el gesto y aseguró que la distribución será rápida y eficiente, pero el control estatal sobre el proceso genera inquietudes entre la población.
La experiencia de emergencias pasadas, donde la distribución de ayudas estuvo marcada por la falta de transparencia, desvío de recursos y ausencia de rendición de cuentas, hace que los ciudadanos desconfíen del actual proceso.
La Iglesia Católica y la ayuda humanitaria
A pesar de las críticas, la Iglesia Católica en Cuba, en colaboración con Cáritas Cuba, ha estado en conversaciones con las partes involucradas para concretar la entrega de la ayuda.
Los obispos de la Isla han reconocido la “situación catastrófica” en las comunidades del oriente cubano, y destacaron la importancia de la solidaridad internacional. No obstante, las dudas persisten sobre si la ayuda llegará realmente a quienes más la necesitan.
Otras fuentes de ayuda y falta de transparencia
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha subrayado que los fondos están destinados al pueblo cubano y no al régimen, a pesar de las tensiones entre funcionarios del gobierno cubano y el Departamento de Estado.
Además de la ayuda estadounidense, otros países y organizaciones internacionales, como la Cruz Roja de China y la ONU, han ofrecido asistencia.
La falta de mecanismos claros de fiscalización y supervisión sobre el uso de estos recursos continúa siendo una preocupación significativa, aumentando la desconfianza tanto a nivel nacional como internacional.
