Régimen investiga millonaria red de tráfico ilegal de remesas en Cuba
Las autoridades señalan que la actividad ha alcanzado niveles alarmantes, con flujos de hasta 30 millones de CUP a la semana
El Ministerio del Interior (Minint) de Cuba ha incrementado sus esfuerzos para combatir el tráfico ilegal de remesas y divisas, un fenómeno que opera al margen del control del sistema bancario estatal.
Según las autoridades cubanas, esta actividad ilícita ha alcanzado niveles alarmantes, con flujos semanales que ascienden a 30 millones de pesos. Las investigaciones se centran en una red que opera en varias provincias, incluyendo Villa Clara, Sancti Spíritus y Las Tunas, aunque también se han extendido a La Habana y Pinar del Río.
El tráfico de divisas se ha convertido en una práctica común en la Isla debido a las altas comisiones que exigen las empresas tradicionales y la baja tasa de cambio oficial del dólar, que actualmente está a 120 CUP por cada USD.
En contraste, el mercado informal de compra y venta de divisas ofrece una tasa más favorable de más de 400 CUP por cada dólar.
Auge del tráfico ilegal de divisas
Según el discurso oficialista, el tráfico de remesas fuera del sistema bancario afecta gravemente a la economía cubana, alimentando la inflación y reduciendo la capacidad del gobierno para recaudar impuestos.
Esto ha agravado aún más la crisis financiera que enfrenta el país, cuyo sistema económico ya está al borde del colapso. El régimen cubano busca controlar estos flujos financieros para obtener un beneficio directo, pero la fuga de capitales sigue siendo un desafío importante.
Además de las provincias mencionadas, se han abierto investigaciones en otras regiones del país, como Pinar del Río y La Habana, donde el tráfico de divisas se maneja de manera similar.
En la capital, se han detectado operaciones a gran escala, incluso desde hogares particulares, donde se realizan transacciones informales sin ningún tipo de supervisión.
El contexto económico de Cuba
Este aumento del tráfico ilegal de remesas llega en un momento crítico para Cuba. La inflación galopante y la escasez de productos básicos son solo algunos de los efectos de una crisis económica profunda, exacerbada por una deuda externa millonaria que el gobierno no ha podido afrontar.
La falta de liquidez está afectando la capacidad de Cuba para realizar importaciones esenciales, como el combustible, lo que ha intensificado los apagones en la isla. Además, el régimen se enfrenta a la creciente presión de los ciudadanos, que luchan por acceder a bienes y servicios básicos.
La respuesta del gobierno ante esta crisis ha sido insuficiente. A pesar de que el Partido Comunista de Cuba ha anunciado que se deben esperar donaciones internacionales tras el impacto del huracán Melissa en el oriente del país, el Estado no tiene los recursos para asistir a los ciudadanos.
Pese a todo, se sigue invirtiendo en la construcción de nuevos hoteles en todo el país, mientras que el conglomerado militar GAESA, que gestiona los intereses económicos del régimen, acumula reservas superiores a los 18 mil millones de dólares.
