Régimen presume contingente de linieros para el huracán Melissa

El régimen de Cuba se encuentra alistándose para la llegada del huracán Melissa, que se espera toque tierra en la Isla la madrugada de este miércoles. Sin embargo, en el camino, no ha perdido la oportunidad de hacer propaganda de su propia imagen.

Ante el inminente arribo del ciclón, que ya dejó siete muertos en el Caribe y que ha causado innumerables daños materiales en Jamaica este martes, el gobierno cubano salió a ensalzar las “fuerzas especiales” de la estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE).

A través de múltiples publicaciones en sus redes sociales oficiales, el régimen ha felicitado por todo lo alto a los linieros de varias provincias, que han partido con rumbo al oriente cubano para reparar, en su momento, los daños que pueda causar Melissa.

Como si se tratara de héroes de guerra, el gobierno encabezado por Miguel Díaz-Canel ha compartido en sus redes oficiales fotos y videos de abanderamientos, desfiles, e incluso banderines y pancartas que se han hecho a los trabajadores de la empresa eléctrica estatal en diferentes provincias.

Los actos protocolarios, que cuentan incluso con varios funcionarios y los acostumbrados e innecesarios discursos del oficialismo, son a manera de despedida, con trabajadores que parten desde Pinar del Río, Cienfuegos, Mayabeque y Artemisa, hacia provincias como La Habana y Sancti Spíritus, que se verán afectadas por el ciclón.

Toda la charlatanería no sería un problema si, por un lado, no se tratara de un despliegue de recursos que no se tienen en la Isla, desde el combustible de sus caravanas hasta la electricidad para los micrófonos de sus eventos, además del hecho de estar adornando por lo alto lo mínimo que el gobierno le debe a la población como si se tratara de un gran logro.

Cuando incluso sin huracán las provincias enfrentan apagones continuos, no tienen electricidad, la infraestructura es deficiente, y sus trabajadores ni siquiera en situaciones normales están protegidos adecuadamente, pero el régimen considera una magnificencia el tener un puñado de obreros y camionetas que mandar a zonas de desastre.

Todo esto cuando además se ha visto en fenómenos pasados que la infraestructura cubana no tiene para soportar un huracán de esta categoría, y que sus gobernantes se van a ver rebasados no solo por los apagones, sino también por los derrumbes, las inundaciones, y las afectaciones directas a las termoeléctricas y los parques fotovoltaicos.

En ese sentido, parece prudente esperar a que, literalmente, pase la tormenta, antes que festejar e intentar presumir que tienes recursos solo para que después se note aún más que estos no fueron suficientes.