Sandro Castro sorprende al pronunciarse sobre José Daniel Ferrer ¿Qué dijo?
El nieto del dictador Fidel Castro causó revuelo con un mensaje directo para el líder opositor
El empresario e influencer cubano Sandro Castro, nieto del fallecido dictador Fidel Castro, volvió a estar en el centro de la polémica este fin de semana al hablar, por primera vez públicamente, al opositor José Daniel Ferrer García, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) recientemente obligado al exilio en Estados Unidos.
La declaración de Castro se produjo a través de su cuenta de Instagram, cuando respondió en sus historias a las preguntas de sus seguidores.
Sobre una imagen suya con gafas oscuras y traje y respondió a la consulta de un seguidor: “¿Qué crees de lo ocurrido con José Daniel Ferrer?”.
“Un hombre con sus perspectivas, su ideal, su forma de pensar. Yo le regalaría una rosa blanca”, respondió Castro.
La frase incorpora una alusión directa al poema “Cultivo una rosa blanca” de José Martí, símbolo de reconciliación y paz, el cual –tal como señalan los medios– Ferrer ha adoptado como parte de su discurso de lucha no violenta contra el régimen cubano.
Al usar esa metáfora, Castro parecía ofrecer un gesto de respeto hacia Ferrer, pero omitió hacer referencia al largo historial de represión, al encarcelamiento político y a las torturas que el activista ha denunciado durante más de dos décadas de activismo.
Ferrer fue liberado y trasladado al exilio tras un acuerdo con el régimen cubano, donde detalló los abusos sufridos en prisión y su determinación de regresar.
La ausencia de alusión por parte de Sandro Castro al sufrimiento de Ferrer y a la realidad de la represión política en Cuba resulta significativa porque el primero forma parte de la élite ligada al poder, lo que genera cuestionamientos sobre la autenticidad o la intención del gesto.
Mientras un sector de la población considera el comentario como un reconocimiento tardío, otro lo interpreta como una forma de apropiarse del simbolismo martiano desde una posición de privilegio, sin asumir compromiso alguno con las causas que representa Ferrer.
En este sentido, el perfil público de Sandro Castro —con historiales de burlas hacia los apagones, la escasez de alimentos y la crisis del país, pero también de críticas a las instituciones cubanas— contribuye a alimentar la duda.
El contraste entre ambos personajes —un líder opositor que ha enfrentado años de prisión y persecución, y un heredero del régimen que se muestra en redes con lujos y actitudes provocadoras— agrava la percepción de que el mensaje de “rosa blanca” puede no ser más que una maniobra de visibilidad.
Sandro ha interactuado con mensajes críticos hacia el sistema estatal, por ejemplo al “gustar” comentarios que satirizan al dirigente Miguel Díaz‑Canel, o al criticar empresas estatales como ETECSA, pero siempre desde un tono de humor y sin asumir una postura estructural de cambio.
Así, la declaración de Sandro Castro sobre José Daniel Ferrer abre interrogantes. Su frase parece prestarse a múltiples interpretaciones: ¿un reconocimiento genuino a la causa de Ferrer? ¿Un gesto superficial de reconciliación visto desde la comodidad del poder? O ¿una provocación más dentro del espectáculo mediático que representa su perfil público?
Mientras tanto, Ferrer, tras su exilio, insiste en que regresará a Cuba para continuar su lucha por la democracia. Su mensaje público reciente deja claro que no considera su salida como un fin sino como una nueva etapa en su activismo.




